Titánica mujer

Como gotas de lluvia

Con sus emociones desmoronadas tras conocer un ápice de la verdad que escondía Jean, Mikasa se dejó caer en su cama, mirando hacía el techo y con un montón de emociones encontradas.

No eran reales las palabras de amor, las expresiones de afecto y el sentimiento de ser deseada por aquel hombre que robo todo de ella como un vil ladrón que llega sin previo aviso.

-Debió ser lindo para él jugar con mis emociones, una persona que es tan desagradable de ver, no cambia de la noche a la mañana-Recostándose sobre su lado derecho.

Blue desde el suelo miraba a su dueña. Estaba hambriento y pasaba frío pues su pelaje era apenas una pelusilla, por eso saltó encima de la cama y se acurrucó en el regazo de Mikasa.

-Los humanos son todos una mierda... prefiero a los animales porque al menos sé que en el amor de una mascota no hay peros de por medio-Amasaba sobre el cuerpo de Mikasa pese a que ella estaba de lado.

Se giró, tomando al gato entre sus manos y acariciándolo. Sintió el frio en la nariz de su mascota y se dio un golpe en la frente.

-¡Que tonta soy!-De pie, yendo hacia donde estaban las ropas de su mascota, Mikasa sacó de entre todas las ropitas una sudadera de tonalidad azul cielo-Olvide que tengo un amigo fiel que depende de mí.

Blue con esos ojos tan lindos miraba a Mikasa, ella tras cobijarlo como era debido se aseguró de darle un buen tazón con comida que era de su agrado.

-Jean... él ya no quiere verme, seguro por eso no se ha presentado en el bufete. Es detestable ver como los hombres son capaces de ilusionar a una mujer con tal de... ¿Qué esperaba de mí? Nunca me insinuó que deseara tener relaciones sexuales conmigo... tal vez desde un inicio era una simple apuesta y yo como idiota caí en sus palabras dulces y sus detalles falsos-Desanimada, ilusionada con algo real que por situaciones ajenas se escapaba de sus manos, Mikasa se quedó en silencio por un rato.

Ya se había lastimado tanto el alma esperando saber algo de Jean, deseaba en ese momento estar completamente sola y de ser posible no ir más al trabajo, pero no podía darse ese lujo y menos teniendo a Blue con ella porque él era ajeno a todo lo que implicaba ser un humano y tener emociones tan contrariadas con las que es difícil vivir.

-Luces horrible-Lunes por la mañana, inicio de semana y el trabajo a todo lo que da dentro del bufete.

-No pude dormir bien-Sasha llevó un vaso con café a su amiga-Gracias, supongo que esto aún me da un poco de esperanzas en la humanidad.

-Lo que sea que estés pasando, puedes apoyarte en mí hombro para que descargues ese dolor que te hace sufrir por dentro-Una buena amiga, de esas pocas personas que están a tu lado, aunque pases por la ruina, Sasha era así.

-No se puede perder lo que nunca se ha tenido-Sasha apoyó una de sus manos sobre el hombro derecho de Mikasa.

-Y ¿Realmente es así? ¿Conoces todos los detalles? No puedes dar tu opinión sin saber todo lo que pasa alrededor de un evento sea cual sea-Las palabras de Sasha eran ciertas.

Mikasa se quedó pensando en ello, quizás Jean no era el malo del cuento, pero si era así, entonces ¿Por qué le dijo que no lo buscara más?

-Desde que Kirschtein no está en el bufete, he notado que tu rendimiento ha disminuido, perdón por ser tan franco pero ¿Ustedes eran más que colegas de trabajo?-Era medio día y Mikasa no esperaba que su jefe la llamara.

-Algo así-Levi estaba algo irritado.

-Las relaciones personales no deben mezclarse con el trabajo. Muchos dirían eso, pero el corazón no comprende razones y cuando el amor anida en él... ¿En qué puedo ayudarte?-Mikasa abrió sus ojos de sobremanera-No me mires como si fuera un bicho raro, yo también estoy preocupado por Kirschtein, era un buen trabajador y de él no sé nada hasta el momento.