CAPÍTULO CATORCE.

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Now we're picking fights And slamming doors Magnifying all our flaws And I wonder why Wonder what for Why we keep coming back for more.

-Scared to Be Lonely, Dua Lipa ft Martin Garrix

Thalia

Dos meses más tarde.

Mis dedos tamborilean sobre la oscura madera de caoba. En mi otra mano sostengo la copa de vino, doy un lento sorbo justo cuando la puerta se abre. Dos hombres entran por ella, se detienen mirándome, el pasmo es evidente en el segundo. Sus ojos grises se abren desmesuradamente y le dirige una mirada de cautela a la puerta que se cerró tras él con un suave clic. No se volverá a abrir hasta que yo lo desee.

—Mariano. Riccardo—les digo fríamente—. ¿Por qué no se me unen? Esta cosecha es excelente—declaro mientras hago rodar el líquido color sangre en la copa.

Riccardo, el padre de Elías, traga visiblemente. Le doy una sonrisa helada.

—¿Qué es esto?—se dirige a Mariano, dándole una mirada acusadora. No esperaba esta emboscada. No esperaba que lo buscara. No esperaba encontrarme en el despacho del capo máximo.

Nunca me esperan, me subestiman, eso lo hace infinitamente más divertido.

—Es hora de que te hagas cargo de tus responsabilidades—le responde el anciano.

Me da un asentimiento. Se dirige a la puerta y sale rápidamente. Riccardo, trata de seguirlo, pero cuando intenta girar el pomo la puerta no se abre, está bloqueada desde el exterior.

Puto cobarde.

Se da la vuelta y se recuesta sobre ella, su mirada en mí, pero no en mis ojos. No dice ni una palabra. Tampoco intenta acercarse.

Dejo que el silencio se extienda, el sudor empieza a bajar por su rostro regordete.

—Cien millones de euros—digo finalmente.

Frunce el ceño con confusión.

—¿Qué?—inquiere.

—Cien millones de euros—repito—. Esa es la suma que le entregarás a la familia Russo en veinticuatro horas, por los daños causados a su jefe.

No importa que dicho jefe ya se haya recuperado. Tampoco importa que no necesite el dinero. No se trata de eso, sino de la vergüenza y humillación que esto le traerá a los Santini.

—¿Estás loca?—dice. Enarco una ceja burlona—. ¡Yo no tuve nada que ver con esto!

Criaste a un maldito loco, es tu culpa en muchos niveles.

—En realidad sí—comento—. Como jefe, cada persona bajo tu mando te debe lealtad y respeto, tus acciones repercuten en ellos y las suyas en ti. Que no seas capaz de controlar a tu hijo es una muestra de que tal vez no seas un muy buen capo—Mi voz es baja y tranquila. No necesito gritar para obtener lo que busco.

Justo como esperaba, sus mejillas se ponen rojas de ira.

—No tengo esa cantidad de dinero y si lo tuviera no los entregaría solo por los caprichos de una mujer demente y estúpida—escupe.

Está mintiendo. Sé que tiene esa cantidad de dinero. Lo comprobé. En cuanto a lo de <<Demente >> y <<Estúpida>>, No le doy importancia alguna, me han llamado cosas peores.

Retorcido Poder [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora