Retorcido Poder [Terminada]

CAPÍTULO UNO

I've tasted blood and it is sweet
I've had the rug pulled beneath my feet
I've trusted lies and trusted men
Broke down and put myself back together again
Stared in the mirror and punched it to shatters
Collected the pieces and picked out a dagger.

-Nightmare, Halsey

Thalia

Riachuelos de sangre se deslizan por la blanquecina piel de el cuerpo colgado. Sus ojos y boca están abiertos, aun reflejando espanto y dolor. El charco de sangre bajo el se extiende como una piscina color carmesí brillante, destacando contra la blancura de las baldosas. El cadáver se bambolea suavemente. El gancho del que cuelga, atraviesa su pecho y completa el macabro escenario.

Su muerte es el precio de su traición. Mi decisión de matarlo es el precio de mi poder.

—¿Qué le sacaste?— le pregunto a mi primo, Fabiano. Se encuentra a mi lado y contempla su sádica obra con atención.

—No mucho. Insultó, golpeó, suplicó y finalmente gorgoteó, o bueno, su sangre lo hizo— dice con su característica sonrisa exasperante. Sangre mancha sus brazos y pecho. No se molestó en limpiarse.

Miro al cuerpo de nuevo. Analizando cada detalle. Si tan solo no se hubiera atrevido a robarme, si no hubiera traicionado sus lealtades. No nos encontraríamos aquí, y su sangre no mancharía mi níveo piso.

Le hago una seña a uno de mis hombres y él se acerca.

—Lleven el cuerpo al laboratorio, déjenlo allí por veinticuatro horas— ordeno señalando al cadáver con un gesto desdeñoso —. Que sirva de ejemplo.

Asiente y se va a buscar una escalera para bajarlo. ¿Cómo coño lo subió hasta allí Fabiano?

Abandono la estancia, mi primo me sigue. Al igual que otros dos de mis guardias.

—Tu vuelo sale en una hora—le recuerdo.

Fabiano es mi sottocapo. En la mafia es el sucesor en la linea para convertirse en jefe, mi heredero por llamarlo de alguna forma. Se encarga principalmente de atender mis asuntos fuera de esta región: Apulia, Italia.

—Estaré a tiempo, no te preocupes— garantiza.

Me detengo y lo enfrento. Asegurándome de clavar mi mirada en sus risueños ojos azul oscuro, ojos del mismo color que los mios, para que el mensaje quede claro.

–Cuidado con tu comportamiento allí, no quiero un puto problema y procura que no te maten.

Asiente en acuerdo, pero no confió en que se comporte muy bien, nunca lo hace. Las drogas y el sexo son su principal talón de aquiles, además tiene una increíble capacidad para dormir con mujeres prohibidas. No obstante, su brutalidad es muy útil, sobre todo cuando se trata de mantener las cosas bajo control.

Reanudo mi caminar por el rustico pasillo de hormigón. No hay ventanas aquí, por lo que el aire esta viciado. Una desagradable combinación de olor a sangre, cloro y amoníaco. Ordinarias bombillas amarillas iluminan nuestro paso con su lánguida luz.