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Ese dolor en la garganta invadió a Joaquín en su tolidad, el dolor era tan inmenso que obligó al pequeño omega a caer en sus rodillas con sus manos al rededor de su garganta, esta la sintió muy caliente asustándolo mucho. Emilio llegó hasta él aterrorizado al ver a su omega casi desmayado, pues aquel dolor y ardor que se formaba al rededor de su garganta era mucha. ¿Qué pasó? Nadie lo sabía con exactitud, sólo sabían que habían regresado a Busan con Joaquín completamente bien y con planes de ir a visitar las playas que les ofrecía la hermosa Busan, pero ahora se encontraban en un taxi directo a la ambulancia con Emilio desesperado llamado a la madre de Joaquín y este con su respiración intranquila con pequeñas gotas de sudor en su frente. 

La madre de Joaquín llegó al hospital con lágrimas en los ojos, justo ese día tenía una cita con el médico para revisar a su hijo. Se sintió tan culpable por no haber ayudado a su hijo antes de que todo empeorada. El alfa gris estaba sentado en una de las tantas sillas del hospital esperando a que algunos de los enfermos salgan a darles buenas noticias pues se habían llevado a urgencias al omega.

Emilio nunca se imaginó estar en una situación así sino en una en donde estaría junto a Joaquín en labor de parto. Se preguntaba que había echo mal para que Joaquín estuviera en una situación tan crítica, él siempre lo cuidaba de todas las maneras posible, pero eso no bastó para que Joaquín no saliera lastimado. Muchas de esas ideas dieron vueltas a la cabeza del Alfa. 

—¿Familia del joven Bondoni? 

Emilio levantó la cabeza apenas escuchó la voz femenina de la enfermera, miró atentamente a la enfermera que intentaba tranquilizar a la madre de Joaquín quien estaba muy nerviosa por la situación. 

—Quisiera saber si el joven Park tiene pareja. 

—Sí, soy yo —dijo el Alfa gris decidido. 

—Por favor el doctor quiere hablar con usted —Dijo la enfermera luego de anotar en su libreta. 

¿Pará qué quería hablar conmigo un doctor cuando debía hacerlo con la madre de Joaquín? Pensó Emilio a lo que iba por el pasillo. Al momento de entrar al consultorio el doctor, quien era Alfa por el físico y aroma, le pidió asiento. 

—Así que usted es el Alfa del joven Bondoni. 

—Sí, doctor. ¿Pará que quisiera hablar conmigo? —dijo algo nervioso. 

—Joaquín es un omega peculiar. La situación de su garganta es muy mala por lo que veo y además de eso, es mudo y con pareja —frunció el ceño y procedió a quitarse los lentes. 

—¿A qué se refiere? 

—Es cuestión de hormonas. El animal interior del joven Bondoni quiere comunicarse con el suyo, por lo que está haciendo todo lo posible para poder hablar. Por lo que me dijo el joven Bondoni, no le llegó aún el celo, si ello llega a suceder y usted está cerca el animal interior del joven Bondoni lastimará enormemente su garganta. A lo que quiero llegar esque si usted sigue cerca el animal interior del joven Bondoni quedrá comunicarse con el tuyo lastimando al Omega. 

—Que... Yo... 

—Sé que es difícil. Pero le recomiendo no estar cerca de su pareja por lo menos... Dos años. 

¿Dos años? ¿Es una broma? ¡¿Cómo diablos aceptaría estar dos maltidos años lejos de su omega?! No, no quería aceptarlo, no quería a Joaquín lejos, pero si eso lo hacía lastimar entonces tendrías que hacerlo. Todo para protegerlo. 

—El lado bueno esque el animal del joven Bondoni irá ¿cómo decirlo? Recuperando la voz. Es algo que pareciera imposible, pero aún no sabemos nada de los animales interiores y sus conductas. Así que alegrese, estará dos años lejos de él pero al mismo tiempo estará protegiéndolo. Eso es todo lo que quería decirle, si podría llamar a los padres del joven Bondoni por favor. 

Asintió y salió del consultorio cerrando la puerta lentamente. Dos años... Su corazón dolía como nunca antes, es como si rompiera con Joaquín y nunca más lo vería. ¿Por qué tenía que pasar esto justo cuando eran felices ambos con la compañía del otro? 

Regresó a su antiguo asiento sin antes decirle a la madre de Joaquín que debía de ir al consultorio dándole las indicaciones del lugar. 

—Ya pueden entrar a ver al paciente Bondoni. Por favor usen las mascarillas y guantes para el bienestar del paciente. 

Emilio fue el primero en entrar. Es como si viera a un hermoso cisne con sus alas rotas. Una pequeña lagrima escapó de los ojos del Alfa al ver a su hermoso omega sonriendo con vendas al rededor de su garganta y un pequeño tubo en la comisura de su labio derecho. Se trago todo el dolor y se arrodilló en el suelo para poder abrazar a su omega por la cintura y sentir su calor. Estaba casi seguro que eso sería lo más cercano que estaría de su omega por lo que debía aprovechar al máximo ese pequeño tiempo. 

—Te amo Joaquín. Siempre lo haré —dijo después de besar a Joaquín casta mente y salir de la habitación. No soportaba ver a Joaquín de esa manera. 

Ahora la pregunta seria... ¿Cómo Emilio le diría qué debían separarse dos años para que se cure? No sabía la respuesta correcta, lo mejor sería decirle que se prepare para el regreso a clases.

Sí, sonaba como una estretegia para escapar del problema principal.  

Después del alta de Joaquín en el hospital Emilio le dijo que sería mejor pensar en el regreso a clases ya que estaba muy emocionado de ver a sus amigos, cosa que era mentira pero Joaquín le creyó

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Después del alta de Joaquín en el hospital Emilio le dijo que sería mejor pensar en el regreso a clases ya que estaba muy emocionado de ver a sus amigos, cosa que era mentira pero Joaquín le creyó. 

Ahora estaba en la ventana de su aula viendo a las personas entrar pero en realidad estaba pensado como sería su vida sin la persona más hermosa y amada del mundo. Suspiró al pensar en cómo le diría eso. En todas las escenas posible sonaba como una ruptura y él no quería eso, claro que no. 

—¿En qué piensas tanto? 

Se llevó un pequeño susto al escuchar a Camilo cerca suyo. Negó con la cabeza y volvió a la ventana en donde visualizó una cabellera castaña digno de su pareja. 

—Por cierto. El director quiere hablar contigo. Creo que es algo importante —dijo Camilo viendo como la segunda pareja de su círculo de amigos ingresaban abrazados y riendo como tontos—. Que suerte, quisiera una pareja para compartir amor. 

—Lo tendrás hermano. Eres un Alfa bueno —Dijo lo último y se dirigió a la dirección. 

Las cosas estaban muy intensas en pleno primer día de vuelta de las vacaciones.

El director le ofreció nuevamente una beca para ir a Italia y estudiar una de las tantas carreras que había. Era una oferta tentadora ya que todo estaba pagado y solo debía preocuparse por sacar excelente notas para  seguir teniendo la beca. Emilio agradecía que las cosas estuvieran tan coordinadas. Si aceptada esa beca estaría más de dos años lejos de Joaquín, pero así se recuperaría con calma. Finalmente tomó una decisión.

Mudez/EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora