❀21❀

1.1K 180 77
                                    

Después de ese momento tan mágico y esperado para ambos salieron del salón hacia la entrada de la escuela. Las pocas personas que estaban ahí eran por muchas las personas encargadas de ordenar todo, así que no se sintieron tan avergonzados al salir por las grandes puertas. Un atardecer hermoso con sus toques de calidez los recibió al salir, Emilio aprovecho de la distracción del pelirosa y sujetó su mano delicadamente. Sonrió al ver como su omega se tapaba su rostro ruborizado con su pequeña mano sobrante.

—Te llevaré a casa. Desde hoy empiezan nuestras vacaciones así que espero verte en esos días.

Joaquin asintió con una sonrisa de labios cerrados y mirada brillante por los refelos del sol, aquello cautivó al alfa. El omega alzó su mano e hizo la seña de llamada.

—Haremos video llamada para que te sea más cómodo. En todo el recorrido la pasaron hablando a su manera, Joaquin con sus señas las cuales Emilio podía descifrar fácilmente y este dándole pequeñas caricias en su mano. Al llegar a la puerta de su omega suspiró, no queria soltar aún su pequeña mano.

Sin previo aviso Joaquín se levantó de puntitas y dejó un sonoro beso en la mejilla de su alfa. Corrió hasta su puerta con una sonrisa cómplice, volteó rápidamente e hizo un corazón con sus brazos. Emilio, quien tenía una mano posada en su mejilla besada, se ruborizó al ver lo tierno y lindo que se vio al hacer aquel gesto. Ambos se despidieron moviendo las manos un tanto avergonzados.

Ya dentro Joaquin brincó de la alegría por todo el centro de su hogar, vio pasar a su madre, se acercó a ella y le dio un gran abrazo para después saltar con ella por tanta felicidad acumulada.

—¿Qué sucede hijo? —preguntó su madre confundida con una sonrisa al ver a su hijo bailar en medio de la sala.

No podía evitarlo, se sentía tan querido y amado que desbordaba alegría por todos lados. Rápidamente subió las escaleras para tirarse en su cama y abrazar a su almohada de corazón dando vueltas sin parar descomodando la cama por completo. Su hyung, su querido y grandioso hyung era ahora su alfa. Suspiró y miró el techo anonadado, una pequeña picazón comenzó a molestar su garganta, ya era muchas veces que sucedía lo mismo. Después platicaría de ese tema con su madre para llevarlo al médico.

Por otro lado, se encontraba un alfa muy feliz saltando por todos lados y silbando alguna canción conocida. Al llegar a casa abrió la puerta con un fuerte golpe asustando a todos dentro.

—¡Hola querida familia! Te vez hermosa mamá. Tú también papá.

Dijo después de abrazar a su padre y dejar unos besos por la cara de su madre. Por el camino pasó el pequeño gatito de colores, automáticamente vino a su cabeza fragmentos de los besos que se dio con su omega aquella tarde en el salón de clases. Lo cargó en sus brazos para subir las escaleras directo a su habitación, se encerró de un golpe sueve dejando a todos en la sala sorprendidos, ya en su habitación dio saltos por todo el espacio con el gatito en brazos hasta caer en su cama con los brazos estendidos, el pequeño felino se posó en su pecho con mirada curiosa.

—Tengo como omega al chico más lindo que he mirado nunca. Estoy tan feliz —le dijo a su felino amigo.

—Meow.

—Lo sé, pienso presentarlo a mis padres. Pero tengo que encontrar la situación perfecta —suspiró y abrazó al gatito—. Joaquin Osorio...

Chilló al imaginar a Joaquin en un hermoso traje blanco con una corona de flores caminado hacia él con un lindo ramo de flores en sus manos que sería lanzada después de casarse. Sí, sólo llevaban unas horas de noviazgo y ya imaginaba toda una vida con él.

Mudez/EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora