Mudez/Emiliaco

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Las clases terminaron y un fuerte bostezo hizo sonar en todo el salón. 

—¡Falta unas semanas para la feria de diversiones de la escuela! —dijo Asher alegre estirando sus manos al aire al momento de estirar su cuerpo para relajarse. 

—¿Eso te hace feliz? Por lo menos nuestro grado no tiene que hacer nada, solo decorar. —dijo el trigrillo morandolo a los ojos, sonrió cuando el otro también lo hizo. 

—¡Uh! ¿Qué pasa? ¿Ya se reconciliaron? —preguntó el alfa zorro dudoso. Hace unos días ellos dos ni se dirigían la palabra y ahora hasta se trataban con mucho amor. 

—Algo así. —sonrió en grande cuando hizo sonrojar al omega. En su lugar, el alfa lobo no le gustaba nada eso, lo miraba con enojo. 

—Eso es bueno, ¿lo crees también gatito? —miró con ojos brillosos al omega gatito, ese era el apodo que Camilo le puso, claro, pidiendo la aprobación del omega que esta aceptó de inmediato al tener un lindo apodo. 

Asintió contento ante la pregunta de su amigo, repentinamente sintió unos fuerte brazos apresarlo, alzó un poquito la vista y observó el rostro de su hyung, sus ojos estaban más oscuros de lo normal. Pero por alguna razón no tuvo ningún miedo, al contrario, se sentía portegido. 

—¿Por qué lo llamas así? —lo miró receloso mientras alejaba a Joaquín de ahí sorprendiendo a los demás presentes. 

—¿Acaso no puedo ponerle un apodo? —cruzó sus brazos mientras lo miraba fijamente. 

—No. —gruñó. Su alfa ya había detectado una amenaza, estaba frente suyo. 

—Hermano. —tocó su hombro para llamar su atención—, estas asfixiando a Joaquín.

Miró abajo y observó a su omega haciendo ruiditos molestos, sus pequeñas manos sostenían su ropa con fuerza, pues quería alejarse al percibir su fuerte aroma, lo hacía marear. Lentamente lo soltó para que pudiera respirar. 

El omega gatito lo miró acusador por casi asfixiarlo, se acercó a él y le dio un pequeño golpecito en su pecho. 

—Lo siento Joaquín —sujeto sus manitas y las apresó en un sueve apretón—, es sólo qué... Estoy en celo..

Joaquin se sorprendió tanto que quiso alejarse, aún recordaba ese día en donde entró en celo y lo atrapó como su presa, pero no pudo hacerlo por la mirada tranquila de su hyung. 

—Tranquilo, ya tomé supresores. 

Se tranquilizó un poquito por esa información. 

—Chicos.. No quisiera interrumpir pero la campana sonó hace poco. —avisó su hermano 

Ambos se ruborizaron por eso. Sonrieron y cogieron sus mochilas para alcanzar a sus amigos. 

Cuando salieron de la escuela todos empezaron a hablar sobre la salida que tendrían en la tarde. 

—Iremos al cine, después a los juegos y por último a la rueda de la fortuna, ¿si? —dijo contento Charlie mientras miraba a Joaquín para ver su reacción, este solo sonrió cálido y asintió ante la idea. 

—Esta bien, lo que Joaquín quiera por mí esta bien. —respondió Emilio mientras pasaba un brazo por los hombros de su omega. 

Asher y Charlie miraron eso, se observaron y rieron listos para empezar su plan. Asher se fue con Camilo y Charlie con Oliver. 

—Solo necesitamos que ellos esten solos, ya mañana le damos un presente. Además, le estamos dando su mejor regalo. —dijeron a sus compañeros.