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Emilio tocó la puerta y esperó a que le abrieran. Esperó unos minutos, minutos que lo hacían fastidiar.

Cuando abrieron la puerta el alfa iba a gritar a quien se encontrara detras de esa puerta, pero todo enojo y fastidio se dispersó cuando vio una cabellera castaña. Joaquín le sonrió y saludó con su mano para ponerse a un lado y dejarlo pasar. Emilio entró y le sonrió a su omega.

—¿Dónde estan los chicos? —dijo mirando calido a su lindo omega, que vestía unos shorts largos con una camisa y una casaca encima.

El omega gatito señaló con su dedo, que era tapado por su manga, hacía arriba, dando a entender que todos estaban en el segundo piso.

Emilio empezó a conversar con Joaquin en lo que caminaban hacia la habitación de Asher. Emilio abrió la puerta encontrándose a sus amigos.

—Hasta que por fin llegas. Vamonos. —dijo Camilo.

Emilio se dio cuenta que alguien lo miraba, Charlie, quien lo miraba con una ceja levantada.

—¿Conseguiste omega, Emilio? —dijo de repente Charlie haciendo parar a los dos alfas que estaban por salir.

—¿Qué? —ambos preguntaron al unísono. Emilio suspiró y volteó su mirada al omega que lo miraba con sus ojos avellanas, sonrió y acarició la cabellera castaña de su omega. Rodeó con su brazo el hombro del omega y comenzó a caminar hacia las escaleras. Camilo siguió a su compañero dejando solos a Asher y Charlie.

—Dime Asher, ¿te gusta ese omega? —dijo cruzados de brazos el omega.

—Solo es mi amigo, le tengo cariño. —respondió dirigiéndose a la puerta.

—Todo el tiempo le estabas viendo y sonriendo, cada que se acercaba tu le prestabas más atención. —dijo algo celoso.

—Charlie, es mi amigo. -se acercó a donde estaba—. Sabes la condición de Joaquin, si estuvieras así también cuidaría de ti. Pero felizmente estas sano —cogió su mano.

—Quisera ser mudo...

Asher jaló al omega para poder abrazarlo y acariciar su cabellera marrón oscurito, el alfa sabía que ese omega estaba enamorado de él, pero no podia corresponder sus sentimientos, lo que siente por ese omega es cariño ya que siempre lo trató con mucho amor. O ese pensaba él.

—Me gusta el tinte de su cabello, eso es lo único que me agrada de él. —dijo mirandolo a los ojos.

—El color de su cabello es natural. —dijo conectando miradas.

—¡No puede ser cierto! —infló sus mejillas.

—¿Asi? Entonces dime de dónde compraste esos pupilentes celestes.—dijo riendo al ver la expresión de indignado del omega.

—¡El color de mis ojos es natural!

—Pues el cabello de Joaquin tambien es natural. —negó riendo para salir de la habitación tomados de las manos.

Camilo estaba muy emocionado, hacia tiempo que no venía al centro, tenía de todo, lo que le impresiono fue que había varios juegos; desde mecánicos hasta virtuales

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Camilo estaba muy emocionado, hacia tiempo que no venía al centro, tenía de todo, lo que le impresiono fue que había varios juegos; desde mecánicos hasta virtuales.

—¡Me quiero subir ahí! —dijo señalando las tasitas rodantes.

—Yo me quiero subir a la montaña rusa. —dijo Asher.

—Yo prefiero ir a un juego virtual. —propuso el omega trigrillo, Charlie.

Emilio río cuando Camilo puso cara de miedo al ver que Asher habia ganado, pues Charlie dio su voto al alfa.

—Yo también quiero la montaña —agregó el alfa lobo cuando vio la cara de suplica de su amigo.

—¡Ya esta decidido, montaña rusa! —Asher y Charlie avanzaron hasta la boletería con Camilo rendido y con miedo.

Emilio detuvo su paso cuando percibió el aroma de su omega distinta, un poco agria. Volteó y se fijó que estaba ligeramente temblando, se preocupó y tomó su temperatura poniendo su frente en la suya.

—No tienes fiebre. ¿Pasa algo?

El omega gatito señaló la montaña y luego movió su cabeza en negativa mirandolo, eso le pareció muy adorable a Emilio sino fuera por su expresión de miedo.

—¿Dónde quieres ir? Yo lo pagaré.

Joaquin lo miró con un brillito en sus ojitos. Señalo las tasitas rodante y Emilio sonrió, su omega si que era muy lindo.

—Esta bien, vamos. —le extendió la mano.

Joaquin estiró su mano hasta sentir la suave piel de su Hyung, esta era la primera ves que lo tocaba, su gatito movió la cola emocionado. Joaquin no entendía la emoción de su gatito, pero estaba feliz por la cercanía del alfa. Llevaron hasta la cola de la boletería sin separar sus manos, Joaquín estaba feliz y nervioso a la vez, esta con un leve rubor en sus mejillas. Emilio sintió el aroma de su omega mas dulce y eso le agradó, quería abrazarlo y poner su nariz en su cuello para oler todo lo que podia de su rico aroma. Tuvo que separar sus manos para pagar sus boletos, el omega gatito se enojó un poquito formando un lindo puchero, quería tocar a su Hyung de nuevo. Se dirigieron a la pequeña cola del juego, desde lejos se podía escuchar unos gritos que provenían de la montaña, Emilio giró y vió que ese grito provenía de su amigo, hasta pudo notar que se desmayó, río por lo gracioso que se veía. Joaquin abrió si boca en una o al ver la linda sonrisa de su Hyung, su gatito quería salir y besarlo.

Joaquin toco su pecho y sintió su corazón ir un poco más rápido de lo normal, no sabía lo que estaba sucediendo.

—Joaquin, vamos.

Levantó su mirada al escuchar su nombre, se sintió bien escuchar su nombre por él, la mano del alfa estaba estirada esperando a que la tomara, este no hizo esperar y la tomó, sintiéndose bien y tranquilo al hacerlo.

Subieron a la tasita y se agarraron de la varanda circular del centro, uno al frente otro. El juego empezó a iniciar, junto con las risas de Emilio y la linda sonrisa de Joaquin, ese juego no era nada fuera de lo normal, pero para ambos era fantastico, o quisas solo disfrutaban de estar al lado del otro. Emilio observó las lindas lineas que se formaban en los ojitos de su omega al momento de sonreir. Con cuidado sacó su celular y tomó una foto que luego la pondría como fondo de pantalla. Después del juego de las tasitas se dirigieron a otro, igual de tranquilo, mientras sus amigos jalaban al alfa zorro para subierse a las silla voladoras. Todo como tenía que ser, bueno, todo menos los gritos de horror de Camilo.

Mudez/EmiliacoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora