El suceso: Lola y Rita

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Cualquier excusa para venir de compras y ampliar mi guarda ropa es buena, ya sea conseguirle algo que le quede mi hermana embarazada. Mientras mamá junto con mis hermanas y mi sobrina iban por eso, yo de inmediato me escapé a las tiendas más exclusivas dignas y propias de quien se convertirá en la futura miss universo.

A mi celular me llegó un mensaje de Josh. Un chico lindo, aunque algo insistente en el asunto del sexo. No es que no tenga curiosidad. Ya tengo dieciséis años, pero tras ver ya a casi la mitad de mis hermanas con bebés, me hace considerarlo.

Es verdad que Lori fue la única que hico las cosas del modo debido y esperó a terminar sus estudios y casarse. Luan acababa de terminarlos, pero aún andaba de novia con Benny cuando pasó el imprevisto. Lo mismo podría decir de Lynn, siendo un milagro el que no terminara embarazada muchísimo antes por lo que llegué a escuchar de ella mientras estudiaba, aunque tal vez... no. La idea por sí sola suena más repulsiva que cualquiera de las tonterías que Lana solía hacer cuando niña, ni siquiera la consideraría de no ser porque...

Es verdad que Lincoln y ella eran más unidos que cualquiera en la casa, quizá no tanto como espero lo seamos Lana y yo, pero era curioso el cómo se comportaban el uno con el otro a veces, compartiendo habitación en las noches, montándose esas absurdas escenas de celos, o dándose besos en los labios cuando jugábamos a las bodas cuando todos éramos más pequeños. También es verdad que esa historia del europeo desconocido es muy extraña. Me niego a creer que Lynn sea tan... promiscua, como para acostarse con un tipo del que ni su nombre recuerda, a diferencia de todos sus anteriores exnovios con todo y que la lista era larga.

Aunque Lincoln no lo demostraba abiertamente, con cada uno de los novios que Lynn tuvo, siempre se le sentía molesto e incómodo, por lo que cuando anunció su embarazo, esperamos verlo perder los estribos, gritando, armando una escena digna de una telenovela... todo lo contrario a la relativa tranquilidad con que se lo tomó, estando pegado de Lynn siempre que nos visitaba.

Hace años me enteré que mamá le prohibió a Lynn volver a dormir con Lincoln cuando se enteró de los besos, lo cual parecía ser un tema más viejo y delicado más allá de nuestros juegos, un tema del que Lori estrictamente nos prohibió hablar, sin embargo y ya estando ella en la universidad, nadie podría tener un control sobre ambos y lo que hiciesen a espaldas de los demás.

A pesar de todo, el tema seguía pareciéndome demasiado descabellado e incómodo de pensar y perdón si sueno egoísta, lo único que me preocuparía si mis sospechas y quizá también las de Lana fueran ciertas, es en cómo afectaría mi reputación en los certámenes profesionales a los que aspiro. No me preocuparía por mis hermanos en sí, pues ellos ya son incluso mayores que yo, por lo que sabrían ya en lo que se metieron de ser las cosas así, pero... sería tan... extraño.

Una mujer entró y se dirigió a lo que imagino eran conocidas suyas. Alcancé a escuchar algo sobre un accidente afuera del centro comercial y enseguida salieron corriendo. Vaya que la gente es morbosa por naturaleza. Bien, no soy morbosa, sólo voy porque siento mucha curiosidad.

Tomo la ruta rápida para salir pronto del lugar, ventajas que conozca este sitio tanto como a mi propia casa. En efecto sucedió un accidente. Hay una camioneta detenida, mucha gente alrededor de la víctima. Del extremo contrario veo a mamá llorando y gritando sujetando a Lynn quien por su expresión parecía a punto de dar a luz y... apenas recomponiéndose de lo que debió de ser un golpe muy duro contra la banqueta veo a Liena.

A pesar de sentir cómo toda la sangre se me bajó a los pies, suelto mi bolso y corro hasta mi sobrina que grita llamando a Leni y apenas se pone de pie buscando ir hacia ella, consigo atraparla entre mis brazos. Ella desesperada patalea y me golpea llorando, pero no la suelto y sus intentos de escape no me hacen daño. No siento el dolor que me produce, o el que me provocó el esfuerzo por mis acciones. No siento nada ahora que distingo de quién se trata la persona a quien embistió el vehículo. Abrazo a Liena contra mí para que no la vea. Si siento que una parte de mi muere al ver a una de mis más amadas hermanas así, no quiero imaginar lo que mi sobrina sintió al ver a su madre de ese modo.

Tan sólo sucedióDonde viven las historias. Descúbrelo ahora