❝¿Ves esa caja en sus manos? Significa: ¡Que es una emergencia!❞
『Jung HoSeok nunca, ¡Jamás! Ha dado algún indicio de que alguien le guste, el chico es atractivo, y no cabe duda de que tiene a más de uno persiguiéndolo, entre ellos está también Jeon...
¿Por qué no llovía? JeongGuk quería tener alguna maldita excusa para no estar en ese preciso momento con Jung HoSeok, ambos estaban en los jardines que se encontraban afuera de la facultad, y lo peor era que los miraban y eso era demasiado, podía hasta sentir que seguramente estaban tomándoles cientos de fotografías en ese momento solo para ponerlo en evidencia de que tenía una supuesta relación con él, lo cual para nada era cierto.
HoSeok se veía tan tranquilo a su lado, no lo entendía, tenía muchas dudas en su cabeza, ¿por qué HoSeok se veía tan tranquilo? ¿Por qué le había dado esos regalos? ¡¿Por qué se le declaro a él en el día de los enamorados?!
— JeongGuk. — casi se sentía morir de nuevo al escuchar la voz de HoSeok hablándole de nuevo. — ¿Te incomodo?
— ¡No! No, para nada, estoy bien, s-solo. — tomo aire, no debía de alterarse tanto, bueno ¿y quién no lo haría? Estaba prácticamente sentado al lado de Jung HoSeok, el chico más atractivo de toda la universidad y estaba rodeado por algunos que solo se la pasaban hablando en susurros, algunos se veían sorprendidos, otros emocionados y otros simplemente le lanzaban malas miradas, definitivamente JeongGuk se había metido en serios problemas. — ¿n-no crees qué deberías terminar con esto?
— ¿Con qué?
— Jung. — iba continuar pero sintió como una mano era colocada sobre su boca, de nuevo sentía los colores subiendo por sus mejillas, ¡no de nuevo!
— Puedes decirme HoSeok, no me molesta, JeongGuk.
Asintió para después sentir que su boca era por fin liberada de la mano de HoSeok, que por cierto se sentía tan bien, no sabía porque pero quería que esa mano siguiera tocando su rostro, se pego mentalmente, no podía estar pensando en esas cosas, no ahora, pero es que era inevitable, desvió la mirada, no podía mirar a HoSeok, se ponía totalmente nervioso.
— Por favor — JeongGuk rodó los ojos, y está vez si pudo mirar hacía HoSeok —, es obvio que te han de haber dado algo para que prácticamente me pidieras salir conmigo, eso es más que obvio.
Jeon JeongGuk no había tenido la mejor estadía en la universidad, el primer año había sido motivo de burlas, por su corte de cabello, por el tono de su piel, por las ropas que vestía, por los lentes que había dejado de utilizar por el mismo motivo de burlas, siempre lo habían tratado como basura, y eso hacía que se avergonzará aún más, Hoseok le había dado la confianza y un brazo amigo cuando más lo necesitaba, y después de haber cambiado solo un poco, como su cabello que ahora cubría su frente, además de las ropas nuevas que había logrado comprarse y cambiar el armazón de lente por unos pupilentes que odiaba utilizar, había logrado que al menos dejarán de molestarlo.
La risa de HoSeok hizo que saliera de sus pensamientos, JeongGuk se sentía ofendido, no había hecho ninguna clase de chiste, miro con el ceño fruncido a HoSeok quien no paraba de reír por lo que había mencionado, quería darle un pequeño empujón para que dejase de burlarse de él, pero no tenía mucha confianza con él, así que no podía hacer nada.
— ¡No es divertido! — menciono JeongGuk, cruzando sus brazos, mientras hacía un leve puchero que había sido involuntario.
HoSeok miro a su lado y sonrió, al fin había podido controlar la risa que tenía, miro con detenimiento a JeongGuk quien tenía el ceño fruncido y aquel hermoso puchero, quería darle un beso, pero seguramente JeongGuk no estaría en total acuerdo con él, además debían ir despacio, siempre así podía lograrse algo que fuera duradero, y eso era lo que quería con JeongGuk.
— No me pagaron — respondió HoSeok, JeongGuk lo miraba de reojo —, en verdad me gustas, y quiero que salgamos, ¿quieres salir conmigo?
Ahora JeongGuk lo único que quería era desmayarse.
— ¿No? — respondió, aunque había duda en su voz, había sonado más a una pregunta que a una respuesta, y odio que su tono ni fuera tan seguro como él hubiera querido.
— ¿No? — pregunto HoSeok sonriendole, soltó un suave suspiro —. Haremos algo, te daré un regalo cada día, y me dirás si acaso he logrado que sientas algo por mí.
No, él ya siente algo por él, si HoSeok hacía algo como eso, solo terminaría con un JeongGuk perdidamente enamorado.
— ¿P-por qué harías algo como eso?
— Porque me gustas, ¿sabes? Desde primer año — las mejillas del pálido se pusieron de un intenso rojo de inmediato.
— ¿Bromeas, cierto? — JeongGuk no se veía nada atractivo en ese tiempo, ¿cómo podía decir algo así?
— No es una broma.
HoSeok no sabía si amar esa sonrisa u odiarla.
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