confiar es un arma de doble filo.

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Siempre he dicho que no notamos los problemas de las personas, aunque las conozcamos nunca vamos a saber por completo con que lidia cada persona en su cabeza, tal vez la chica que ayer nos respondió mal estaba en un mal momento y termino hablando así, quizás no quería decir eso, y por eso yo he aprendido a comprender las actitudes de las personas, no las justifico, jamás lo hago, pero intento comprenderlas, quizás aquel hombre que no nos respondió el saludo estaba lo suficientemente sumergido en sus pensamientos que ni nos escuchó, y así voy creyendo que la gente no es maleducada sino que está ahogada en lo que le pasa.

Así fue como llegué a esta historia, hace un tiempo estaba yo en el metro, con problemas de la universidad, estaba centrada él lo que debía estudiar que no preste atención a quien estaba enfrente de mí, hasta que note que sollozaba y así note que era una de mis excompañeras del instituto, de esas que nunca has tratado, pero igual saludas al pasar y así como buena samaritana que soy me acerque, al principio solo me senté a su lado, ella al notar que yo estaba ahí, seco sus lágrimas y sonrió, dijo que era bueno verme, yo sonreí y le dije que igual, pregunté si estaba bien, se tensó y su voz flaqueó y aun así me dijo que si, yo la observé y dije, espero que sea así, ella me dijo que la acompañará por un café, quise decir que no, tenía muchas cosas por hacer, pero acepte; fuimos por un café y ahí me contó.

Ella con un café en mano y unas pequeñas lágrimas traicioneras en sus mejillas me dijo: "Cuando eres joven crees que el amor es para siempre, y lo tomas tan literal que quieres casarte, y eso me sucedió" a mis diecisiete años decidí casarme con mi novio en esa entonces, nos juramos amor eterno y miles de proyectos teníamos en mente, toda una historia la cual crear para contar.

Y así fue como decidieron casarse, aún siendo jóvenes y por varias etapas que quemar, a ellos no les importaba eso, solo les importaba ser felices juntos, o eso decían, venían los primeros problemas, él trabajaba y ella estudiaba, ella aún debía sacar su último año para comenzar la universidad, él estudiaba los sábados para obtener su título, ella aún era menor de edad y él aún en algunos estados también, vivan en un departamento que habían comprado con ayuda de sus padres, dijeron que era su regalo para comenzar.  Él siempre fue atento y ella siempre fue bastante feliz. Ella cuenta ya habían pasado más de un año viviendo juntos y estaban a punto de cumplir 6 años de relación, cuando ella empezó la universidad y ahí fue cuando todo se empezó a arruinar.

Ella salía constantemente, a él no le importaba pues sabía que era necesario, él salía con sus amigos también y estaba todo bien, se contaban todo a mitad de la noche después de trabajar.

Un día ella le dice que debe ir a casa de una amiga a terminar un trabajo importante para una materia y el confiado solo le dijo "Está bien, te amo, nos vemos mañana" y ella entusiasmada salió sin chistar.

Ellos tenían una relación increíble, desde pequeños se conocían, fueron amigos, cómplices y compañeros, novios y amantes, se complementaban el uno al otro, él la amaba como a nada y ella... Ella solo pensaba que estaba en la misma sintonía que él.

Esa noche, en la que ella dijo que se quedaría en casa de su amiga, se quedó en casa de quién era su "amante" a ella le parecía una locura todo lo que estaba haciendo, pero quizás no se arrepentía. Ese día tuvo una noche increíble, pero sabía que esa química que tenía con este hombre no se comparaba a la cálida vida que tenía con su esposo, empezó a sentirse mal y esa noche lloro. Así pasaron unos cuantos meses, quizás tres, hasta que un día, él se enteró.

Él empezó a llorar y a gritarle que porque, ¿Por qué le había hecho esto si ella sabía cuánto lo amaba? Lloro, lloro tanto que podría haber inundado el lugar, se sentía roto, ella era todo para él y pensaba que todo era recíproco, siempre había confiado en ella, había dado lo mejor de él y así le pago, se sentía insuficiente, no podía saber que había sido real y que no, o eso le dijo él a ella en medio del llanto, ella también llora, se sintió sucia, había lastimado a la única persona que estuvo con ella en todo momento, se sentía una maldita perra que merecía la peor mierda del mundo, o así me dijo a mí, llorando de nuevo.

Todo eso había ocurrido una noche antes de conseguirnos en el metro, ella había tomado sus cosas y se marchaba, él no quería verla ni en pintura y ella no tenía cara para verlo de nuevo, me dijo que esa misma noche llamo a quien era su amante y le dijo "No es mi problema, yo no tengo pareja y no estoy casado, esa eres tú, ese es tu problema, mejor lo dejamos hasta aquí" y todo se había revuelto, había lanzado a la basura lo único bueno de su vida y la habían mandado a la mierda, así fue la vida con ella y el karma llegó al mismo tiempo y no de la misma intensidad, ella cree que aún le falta por pagar.

Me contó todo eso llorando, yo hablé con ella y le dije lo que pensaba, ella lloró y dijo que lo sabía, pero pensó que solo sería unos días y el ligue terminaría, todo se fue de sus manos y se volvió una mierda.

Ella me dijo "Dañe lo único bueno de mi vida, y jamás tendré algo como esto, cuando eres joven no entiendes la magnitud de tus actos y por eso a veces no entiendes sus consecuencias, yo pagaré las mías, y él obtendrá todo lo bueno que me ofreció de alguien más que si lo merezca, que si lo valore, quizás esto debía pasar, quizás así estaba escrito"

Nos despedimos y después desahogarse conmigo, me agradeció, se marchó y no he vuelto a verla.

En un mundo de personas rotas.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora