Capítulo 24.

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Lunes 22 de Agosto, 2023.

Su compañera de trabajo le hacia señas mientras atendía al teléfono del departamento, entre todas esas señas lo único que entendió fue que tomara una pluma y un papel.

Y así lo hizo.

Esperaba sus indicaciones, pero de su boca no salía un sola palabra, sin embargo su rostro si expresaba, parecía confundida con lo que escuchaba del aparato.

Al parecer la persona con la que hablaba colgó y ella miro el teléfono con el seño fruncido.

Comenzó a recoger sus pertenecías con rapidez incluyendo su arma, él la veía con atención queriendo saber que pasaba.

--- El bosque de Cherwell, por la casa abandonada --- dicho esto el también recogió sus cosas, olvidando ambos la pluma junto al papel, y salieron en dirección a la patrulla.

Sus demás compañeros estaban en hora de descanso, ellos también lo estaban, hasta que llegó aquella llamo.

Lucia trataba de recordar a la perfección lo que aquel hombre le había dicho, sin olvidar el más mínimo detalle.

Aquella persona no quiso dar sus datos y por el momento estaba bien, pero era obvio que el que había llamado anónimamente era un hombre.

--- Sabes cuantos bosques tiene Cherwell --- habló su compañero mientras manejaba --- Muchos.

--- Sí, pero solo uno tiene en el una casa abandonada --- esa fue la respuestas de la chica y era muy obvio a decir verdad.

--- Okey --- había tratado de sacarle mas información de lo que había dado, nunca había conocido a un a persona tan misteriosa como ella, lo era en todo, en su vida, en el trabajo. --- Pero, ¿Por qué Cherwell?, esa no es nuestra área.

Lucia lo miro por breves segundos y luego volvió a mirar al frente.

--- No lo sé, pero por algo aquella persona se comunicó con nuestro departamento, luego se lo comunicaremos.

Ninguno de los dos volvió a decir una palabra. La suerte era, que de Cherwell a Oxford solo eran veintiún minutos en coche, ya era suficiente tiempo el que había pasado desde que ocurrido el suceso que el testigo anónimo había reportado.

Cinco días, aquella persona había tardado cinco días en reportar el crimen, podrían estar yendo a perder el tiempo, pero era su deber como autoridades responder a aquella denuncia. También podrían ser alguna especie de broma, no sería la primera vez que pasaría, y si era así, aquella persona estaría en graves problemas, pero algo dentro de ella decía que no era una broma, la voz perturbada del hombre se lo decía.

Sabía que si aquel hombre había llamado anónimamente era porque no quería que se comunicaran con el nuevamente, pero eso sería imposible, debían de contactarlo encontraran algo o no. Ese era el protocolo a seguir.

Miró a su compañero nuevamente, lo había hecho otra vez. Sabía que le debía una explicación, pero no podía evitar ser así, cada que acudían a ella, escuchaba atenta cada palabra y luego formaba un rompecabezas en su mente, después de todo eso era que informaba a sus demás compañeros, quizás estaba mal eso, pero había sido así desde niña, por eso decidió estudiar policía, era demasiado calculadora.

--- Era un hombre --- comenzó a hablar y Daniel la miro --- Según relató los hechos, hace cinco había visto a un hombre enmascarado arrastrar a una chica en dirección a la casa abandonada del bosque a donde vamos, además tenía un arma--- explico --- ¿Sabes a que suena eso?

--- Secuestro.

--- Exacto --- afirmo ella --- Creo que por eso se comunicó con nuestro departamento, todavía investigamos cuatro secuestros, describió a la chica como rubia, me dijo que no pudo ver su rostro por la distancia, pero si pudo notar que era de cabellera rubia.

Estocolmo ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora