Veitisiete

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Me bajo rápido de la moto y me adentro al cementerio. Es casi de noche pero igual llego hasta su tumba.

Me paro frente a ella y comienzo a llorar, con desesperación y angustia.

—Es tu culpa, todo es tu culpa —digo entre llantos débiles pero enfurecidos—. Tengo rabia ahora mismo, pena y dolor, dolor... mucho dolor.

Suspiro tratando de calmar mi llanto, pero me es imposible.

—Me has quitado bastante Ashly. Tú... —lloro más fuerte—, te tienes que ir... tienes que dejarme... deja de doler, por favor... todos se van de mi vida, a todos les caigo mal ¿comprendes? Y antes no me importaba porque eras tú, pero ahora soy yo. Me estoy perdiendo totalmente, y sin James no soy nada.

Otro sollozo se escapa y más fuerte que el anterior, caigo sobre su tumba y recuerdo las frías palabras de James, sus ojos azules decepcionados y tristes, sus sonrisas a mitad de noche, sus chistes malos, su querer hacia mí.

Lo recuerdo a él y es todo lo bueno en mi vida que nunca se ha ido, y que justo ahora acabo de perder.

Gateo hasta la lápida y paso mis manos por el nombre enmarcado de Ashly Firets y una lágrima roza mi mejilla.

—Si estás aquí Ashly, escúchame —hablo ronca y rasposa, suspiro—: eres mi hermana, mi pequeña niña hermosa y delicada, tan débil... te hacías la fuerte, siempre supe que serías una mujer seria y valiente y no dudo que donde estés en este momento lo estás siendo a la perfección, porque para mí no existe la muerte, tú estás por ahí en algún lugar, exparsiendo tu sonrisa y alegría y es perfecto. —el corazón se me aprieta por lo siguiente que diré, y una lágrima cae—. Eres lo mejor que me pasó en mi vida, pero es hora de aceptar muchas cosas, estás muerta. Estas aquí, a unos metros debajo de mí podrida y eso no es vida. Ahora hay nuevas personas a mi alrededor y ya no puedes ir primero en todo.

>>Acabo de perder a mi mejor amigo, ¡a mi mejor amigo! Todavía dueles pero ya es suficiente, hasta aquí llegó esto. Él es importante y no lo perderé por ti. Me dijo que no quería volver a verme así, ¿entiendes? Sé cansó de mí, y yo también. Así que quiero cambiar, pero te necesito lejos de mí, necesito olvidar el pasado y aceptar que estás muerta... —miro nuevamente las letras que forman el nombre de ella en la lápida—, estás muerta Ashly, no puedo hacerte volver. Lo haré por mí esta vez, por nadie más que por mí.

Me levanto y suspiro.

—Tal vez algún día dejes de doler, espero con ansías ese propósito. Mientras tanto, intentaré olvidarte. —suspiro y me quito las lagrimas—. Ya no pienso dejar que te entrometas en mi vida, adiós.

Camino hacia la salida, dejando mi corazón estancado allí, en esas dos palabras: Ashly Firets.

—Voy por el chico que tanto querías que estuviese, voy a cumplir nuestro sueño... te amaré toda la vida, princesa.

DISTORSIONADA.

R A R ADonde viven las historias. Descúbrelo ahora