Un amor imperfecto (ray x tú)

XXXVI

La luz del bosque nocturno iluminaba el camino, todo eran luces titilantes ante los ojos de ___. Había salido en medio de la noche para que nadie la siguiera. El holograma mostraba Lambda, desafortunadamente aquel lugar estaba lejos de su ubicación actual, así que ese sería un viaje largo.

Ella no le contó toda la verdad, pero en realidad ella sabía muchas más cosas de lo que estuvo dispuesta a admitir.

Aquel sitio al que habían ido anteriormente no era un orfanato. Era una base especial donde instruían a humanos como doctores, pero no cualquier tipo de doctores, si no doctores que experimentaban en seres humanos de su misma especie utilizando células de demonios. El Lambda secreto, aquel laboratorio del que casi no se tienen conocimientos.

En este mundo existen dos tipos distintos de Lambda. El primero es del que casi todos saben, solo son humanos en los que se experimentan para aumentar sus capacidades, e inclusive sus nutrientes para convertirlos en comida de mejor calidad. O directamente, escogen humanos de las granjas con altos rendimientos para averiguar que ellos hace diferentes y luego tartar de colocar esa cosa "especial" en otros humanos para que igualmente sean alimentos premium.

El otro laboratorio de lambda no tenía nada que ver con los alimentos. Era mas bien, con una especie de mezcla. Los humanos investigaban las células de los demonios. ¿Por qué se regeneraban con tanta facilidad? ¿Por qué los demonios optaban la forma de aquello que comían? Pero lo realmente importante era que, si los demonios podían parecerse a los humanos... ¿Los humanos podrían parecerse a los demonios? Esa era la cuestión, y en lo que se trabajaba en aquel laboratorio. Se podría decir que era un laboratorio clandestino.

Un corazón de demonio sería capaz de vivir en el cuerpo de un humano por un tiempo limitado, un tiempo alrededor de uno o dos días, después de eso este comenzaba a fallar y fallecía. Ese fue uno de los primeros experimentos realizados en aquel lugar, y uno de los experimentos en los que mas se han trabajado. Otro ejemplo de lo que hay se hace es herir a un humano de gravedad, por ejemplo, amputándole una extremidad, y luego integrar en su sangre por medio de una inyección células de demonios. En efecto, estas células integradas se dirigían rápidamente al área lesionada para curarlo, el problema era que no se regeneraba la extremidad, solo se cerraba el agujero por el cual el cuerpo se desangraba.

Este laboratorio existe porque los humanos deseaban tenerlo, así que a cambio de que ese laboratorio tan sádico existiera, debían crear otro laboratorio donde se mejoraran las calidades de los alimentos para los demonios. Ese fue el trato, un laboratorio creado solo por el bien de los demonios, y otro laboratorio creado para satisfacer la curiosidad de los humanos.

El día se hacía cada vez más largo y aburrido. Afortunadamente ningún demonio se había aparecido a atacar. Alrededor de dos días habían pasado desde que partió de la guarida, seguramente todos estaban preocupados, y otros, quizá, incluso ya la daban por muerta. El pensar en ello le causo un poco de gracia, y restauro su animo para continuar adelante... pero había algo increíblemente anormal. En todo ese tiempo ni siquiera un demonio se le cruzo, y si, ciertamente era bueno, pero entre mas tiempo pasaba sin ser atacada, mas insegura se sentía.

Repentinamente, vio algo a la distancia. Algo enorme y colosal. Parecía estar a un par de kilómetros de ella, y aun así era capaz de verlo. En definitiva, aquello era algo sencillamente inmenso.

Acelero el paso, y comenzó a correr, a correr, correr... y sin un previo aviso, dio un salto hacía atrás. ¿Qué había sido eso?

Segundos antes de que retrocediera, algo surgió del suelo justo donde su pie estaba... ¡¿Una trampa?! ___ alzo lentamente la vista, y en efecto, en lo alto del árbol, justo sobre su cabeza, había una red vacía... Ella sonrió, ja. Si lo que querían era atraparla tendrían que esforzarse mucho más que eso.