Un día ordinario

Vuelo

Los siguientes días que los chicos de Den estuvieron en Miami se pudieron consideras buenos. Las chicas, en compañía de Spectre, iban de compras en las plazas de la ciudad, mientras  Ryoken y Yusaku disfrutaban de las diversiones del hotel, Soishi no salia de la habitación pero se veía muy entretenido enviando mensajes y una que otra llamada; y Jin y Takeru se divertían en la piscina del hotel. 

Mientras tanto el escándalo de la fallida boda de Ray fue noticia nacional. Ahora el joven ex duelista, porque era seguro que estaba contados sus días, fue puesto en custodia por la policía luego de que se filtrara los segundos en la que estuvo por golpear a la novia. 

La movilización de grupos de apoyo femeninos, así como aquellas organizaciones en las que la joven era su principal patrocinadora, mostraban su total apoyo a la pelirrosa por esa traición. Por si fuera poco, Yuya Sakaki, la manzana de la discordia, expreso una disculpa pública por el error que tuvo, sin embargo Ray no estaba dispuesta a perdonar. Aquello fue un error que chico nunca olvidaría.  

Después de varios días de descanso, era tiempo de regresar a su ciudad,  Reiji tuvo que llevar a los chicos al aeropuerto, ese día Ray y su ex tenían citatorio para ver su situación legal, además de levantar un acta de restricción para que nunca más se le acerque el par, si Yuya también estaba en ese dilema, a ella o alguno relacionado a su familia, ni propiedad o sus referentes a la compañía de Ayaba.   Era una situación muy complicada, ya que la familia tenía el control de toda la ciudad un 80 por ciento; ni que decir de otras ciudades donde los Ayaba tenían fuertes contratos con estas. 

El joven peligris se mantenía al margen de todo el escándalo aunque se sentía muy mal por lo que estaba pasando su hermana favorita, realmente no se lo merecía y más porque conocía al chico, a Yuya, y le había advertido que esa actitud solo le traería graves consecuencias y por lo que había escuchado, los padres del pelirrojo estaban muy decepcionados.

—Lamentamos mucho que hayan tenido que ver todo ese escándalo. Pido una disculpa en nombre de mi familia.

—No tienes que disculparte. —dice Ryoken.

—Si ya estamos acostumbrados al caos.—Spectre no puede evitar señalar ese pequeño detalle.

—Esta clase de cosas suelen pasar.—responde el peliblanco de ojos azules.—Despideme de Ray y tu familia; y que todo salga bien en el juicio.

—gracias Kogami, espero que tengan un buen viaje.

—gracias, estaremos en contacto.

El numeroso grupo se despidió del joven y la ciudad. Fueron a registrarse  y esperar en la sala de abordaje; al escuchar que ya anunciaban su vuelo, fueron a mostrar su pase de abordaje.

En el interior del avión, todos los chicos tomaron asiento y esperaron a que comenzara el viaje, sin embargo justo cuando estaban por escuchar las instrucciones de las aeromozas, Yusaku no le paso desapercibido que la joven pelinegra no dejaba de buscar en su bolsa de mano y Takeru entre sus pertenencias.

—Takeru, ¿no olvidaste empacar las pastillas., verdad?—dice Kiku, un tanto preocupada.

—No, las guarde justo a tu estuche de maquillaje

—Pero si las metí en la maleta.

Ambos chicos se miraron con miedo. Podían ver las gotas de sudor correr por sus frentes y como habían perdido color en los rostros.

—¿Pasa algo Kiku, Takeru?—pregunta Yusaku consternado por la actitud de ambos chicos. 

—No, nada solo buscando pastillas para los mareos.

El peliazul los mirar buscando alguna explicación.

—Takeru y yo  no soporta los largos viajes, por lo que solemos tomar medicina para estas ocasiones.