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Bakugou estaba disfrutando la privacidad del cuarto, por suerte los martes sus clases terminaban antes que las de Monoma, así que podía estar una hora completa sin la presencia extra.

Puso algo de música teniendo los auriculares puestos. Movía el pie siguiendo el ritmo y por unos segundos tarareo el coro, aún cuando su labio dolía al querer cantar un parte; el volumen bajo un poco cuando una notificación llegó.

Con molestia alzó su celular para poder ver de que se trataba. La barra de notificaciones marcaba un mensaje por parte de Kirishima, dónde le preguntaba si podía ir a verle a la habitación o le esperaba en la sala. Tuvo que responderle porque si no lo hacía Kirishima no tardaría en venir a buscarle por no recibir respuesta alguna.

La puerta se abrió de pronto, una melena rubia fue lo primero que vio. Monoma había llegado. 

La mirada azul cayó sobre él notando el celular en sus manos, y con el ceño fruncido le hablo — Si tienes planeado hacerlo con alguien, por favor que no sea aquí — cerró la puerta detrás de sí. Dejo la mochila junto a la cama y se quitó la corbata con algo de dolor. Su brazo tenía varios moratones y el solo alzarlo era difícil, además de doloroso.

— Te estás tomando mucha confianza para hablarme así — se levanto para quedar sentado en la orilla, guardando su celular en el bolsillo.

Neito se giro a verle — Y ni si quiera lo niegas — solo se preguntaba con quién lo haría esta vez, pero fuera quien fuera, vaya que tenía gustos cuestionables

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Neito se giro a verle — Y ni si quiera lo niegas — solo se preguntaba con quién lo haría esta vez, pero fuera quien fuera, vaya que tenía gustos cuestionables.

Bakugo frunció el ceño. No tenía sentido estarse tomando las molestias de contestar algo que él ya había descubierto.

— No vayas a tocar mis cosas — fue lo último que dijo para cerrar la puerta de golpe.

Monoma encogió sus manos al tiempo que imitaba con voz aniñada las palabras del otro — No toques mis cosas — reviró los ojos — Como si fuera a hacerte caso — y entonces se asomo al closet ajeno. Lo abrió y reviso. La sorpresa fue ver todo tan pulcro. Dio un vistazo sin tocar nada y luego fue a dar la vuelta al escritorio, movió los libros al tiempo que los hojeaba, simplemente no había nada. Abrió el primer cajón y solo había unas frituras guardadas junto a bolígrafos y cosas de papelería, abrió el segundo y vio su cartera y una caja de condones.















[...]

— ¿Y que tal te va con Monoma? — pregunto Kaminari. Las heridas de Bakugo ya habían bajado de hinchazón, pero seguían de un color oscuro que parecía resaltar por su piel clara.

— Supongo que ha sido algo complicado, ¿no? — Kirishima conocía el carácter de Bakugo al igual que el de Monoma. Para nada que esos dos fueran compatibles, es más, la única compatibilidad que tienen es para armar un desastre.

Conociéndonos  [Monoma x Bakugou]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora