Conociéndonos [Monoma x Bakugou]

Prólogo

— Suéltame idiota — Katsuki coloco sus manos en el pecho contrario intentando alejarlo.

— Dijiste que pasaríamos el rato juntos — contestaba el otro mientras agarraba con mas fuerza los brazos del menor y unía sus labios en un ansioso beso, tan brusco que el dolor de un pequeño corte le hizo alejarse con mala cara. 

— Si bueno cambié de opinión — con un paso atrás intento hacer distancia entre ambos, pero con sus brazos siendo todavía apresados parecía ser un esfuerzo nulo.

— Le cancelé a mi novia para estar contigo — Le acuso con molestia contenida.

— Eso no me importa, yo no te pedí que lo hicieras — Contestó directo deshaciendo el agarre con un fuerte tirón hacia abajo — Es tu maldito problema — Escupió con molestia sus palabras.

— Jodete Bakugou — fue lo único que alcanzo a decir cuando el rubio se hubo ido.

La única respuesta que obtuvo a la distancia fue el dedo de en medio.

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Las clases habían terminado no hace mas de 5 minutos y el salón ya estaba casi vacío, solo quedando unos cuantos dentro acomodando sus cosas dentro de las mochilas.

— ¿Quieres que te espere? — Pregunto Kirishima con la mochila puesta al hombro. Estaba ansioso por llegar a su habitación, y esta vez parecía ser que Bakugo se estaba tomando tiempo para hacer cada movimiento y eso lo estaba desesperando.

— No necesito que lo hagas — Le contesto mientras miraba su celular. Leía los mensajes de su madre, mensajes diciendo cosas como, "debes de venir a vernos", "estúpido mocoso contéstame", "iré a buscarte y darte con la chancla" entre otros varios mas.

Kirishima evito mostrar su alivio de no tener que estar mas ahí — Entonces te veo después — Sonrió y salió casi corriendo. 

Bakugo observo la puerta quedarse abierta. 

— Hasta mañana — Escucho una voz. Tokoyami era el ultimo de sus compañeros en salir y fue él quien cerro detrás de si. 

El aire acondicionado era el único ruido que se escuchaba en el lugar. Cerro la mochila y la coloco sobre su hombro. Los asientos estaban acomodados y el pizarrón limpio. Arrastro sus pasos hasta la puerta la cual se abrió de manera repentina. Frente a él apareció cierto conocido.

— ¿Tú que diablos haces aquí? — Pregunto con irritación al verlo. Se trataba del mismo sujeto con el que había discutido el domingo, el mismo al cual no pensaba volver a ver nunca mas si era posible.

— Por tu culpa mi novia esta enojada, peleamos y me encuentro bastante molesto — Entro cerrando la puerta con fuerza que hasta hizo resonar el choque por todo el salón.

— ¿Y eso a mi en que me afecta? — Hizo una mueca cruzándose de brazos. 

El chico apretó sus labios ante la postura contraria. 

— Me molesta ese estúpido carácter soberbio que te cargas, pero debo decir que esa boquita además de ser buena para decir groserías también es buena para otras cosas — Dejo de lado su enojo y sonrió de manera ladina. Con su mano sostuvo la barbilla de Bakugo obligándolo a mirarle.

— Déjate de idioteces — De un manotazo quitó el agarre — Si quieres follar busca a tu noviecita o consíguete una puta —

— ¿Para que necesito una puta? si ya tengo una y ni me cobra —

Su enojo era obvio. Su lengua deslizándose por sus labios esperando que le aclarara que estaba hablando de alguien mas o que se arrepintiera pidiendo perdón de inmediato, pero ni una ni la otra.

— Maldito perro —

Y con un par de explosiones lo saco volando del salón, no midiendo para nada sus acciones y consecuencias que esto podría traerle.

El chico estaba tirado en el suelo en una postura dolorosa después de haber atravesado la puerta y chocado con la pared.

— A la próxima no dudare en matarte — Bakugou estaba siendo exagerado con esa amenaza, pero eso no significaba que la próxima vez no pudiera ser peor.

Monoma que iba pasando por ahí se sorprendió al escuchar la explosión tan repentina y el ver como alguien salía disparado del aula de 1-A hacía la pared de enfrente como si de un muñeco de trapo se tratara.

— Pero ¿que? — Antes de acercarse para ver si el individuo estaba bien, del salón vio salir a Katsuki el cual salió como si nada con su mochila al hombro.