Así pasaron la tarde de sábado, Edward abrazando a Orion y el azabache jugando con Teddy. Fueron interrumpido varias veces por los doctores y enfermeras que checaban que todo estuviera bien con Orion y para decirle que dentro de tres días podría salir de ese lugar. Los dos chicos felices por la noticia de que pronto podrían salir a una caminata y conocerse más. Edward le mando un mensaje a Rose contándole la noticia de que Orion saldría pronto y que les tenía una sorpresa para todos mañana al medio día para que les dijera a todos. Rose con mucho gusto le hizo saber que todos estarían ahí.
Edward se quedo en la noche para ayudar a Orion a cuidar a Teddy, el bebé de cabellos azules era tranquilo pero muy torpe a la vez. Cada vez que caminaba se tropezaba más veces que un bebé normalmente lo hace, eso hacia que Edward se riera un poco y le causara ternura. El pequeño Lupin al reírse cambia al reírse se le pone el cabello rosado de lo mucho que se divierte. El vampiro de cabellos cobrizos logro dormir a alrededor de las diez. Teddy lo acomodo entre las almohadas del sillón para que no se callera del lugar, después se subió con mucho cuidado a la camilla y se recostó en ella. En un movimiento inesperado Orion puso su cabeza en el pecho del vampiro y el cobrizo no se inmuto solo empezó a tocarle el cabello delicadamente para no despertarlo. Tenía una sonrisa de oreja a oreja, Edward, al poder ver que el sol empezaba a salir y que la luz que este reflejaba podía apenas notarse por la temporada de invierno.
Alrededor de las ocho de la mañana el pequeño mago despertó riendo lo que provoco que el chico de cabello azabache también despertara y sonriera al ver en la posición que había dormido. Edward se levanto de la camilla con mucho cuidado para poder tomar a Teddy en sus brazos y llevarlo a la cama con cuidado para no lastimarlo ni al bebé ni a su pareja destinada. Orion no podía esperar el presentarles al pequeño a la familia de vampiros y en especial a Rose con quien no ah convivido tanto, pero quiere hacerlo porque se ve como una muy buena persona.
(...)
Era medio día, eso solo significaba que los Cullen venían y Orion estaba que se podía morir. Edward le decía cosas para que se tranquilizara, antes que nada, pidieron pañales y ropa en el área de maternidad mientras llegaban las cosas del bebé Lupin. De un momento a otro los vampiros empezaron a entrar a la habitación del semi mago y al notar un olor nuevo en la habitación se pusieron en posición de ataque, pero al escuchar una risita se relajaron. La rubia al ver al hermoso bebé que tenía Edward en brazos se acerco a su hermano y le pidió mentalmente permiso para cargarlo, el vampiro asintió y se lo paso. En un solo segundo el cabello de Teddy volvió a cambiar a amarillo lo que significaba que confiaba en ella, los vampiros lo miraron fascinados y Orion le dedico una sonrisa al peliazul.
-¿Cómo hace eso?- pregunto Emmett.
-Eso lo puede hacer porque la mamá también, pero esperen cuando empiece a desaparecer- respondió.