veintinueve

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La persona que había diseñado esa mansión había muerto hace años, y ese lugar había sido vendido de generación en generación.

Deuz no conocía la totalidad de lugares ocultos que había ahí.

Pero Fred sí, él había vivido ahí desde su adolescencia.

En una de las paredes que daban al patio, cerca de un pasillo que daba a la salida trasera había una puerta que era cubierta por el césped.

Nadie más que Fred sabía de su existencia, era algo así como una compuerta hacía un sótano en caso de guerras o desastres naturales.

Fred llegó a la compuerta y la abrió una vez no hubo nade ya en la mansión.

— Salgan de ahí. Vámonos.

Complace me (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora