veinticuatro

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Giró la cabeza con rapidez, entró por ahí un chico castaño y un robot Fred.

Le era extraño ver uno, a pesar de ser el modelo, no tenía la oportunidad de verlos, pues Deuz era el único que iba, a veces con secretarias; pero no con los robots.

El castaño le miró atando los cabos sueltos; — ¡Ya entiendo!

— ¿Que entiende amo? — preguntó el robot.

— El señor Deuz tiene está mansión para placer. Debe haber muchos robots Fred por aquí.

El robot asintió; — Muy listo amo, es una deducción espectacular.

— Lo sé.

Fred se alejó de la ventana un poco; — ¿Quién eres tú?

Complace me (Freddedy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora