Capitulo 24

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Bonnie daba vueltas por la habitación confundida y abatida. ¿Como pudo ser tan idiota? Beso a Michael. No lo lamentaba. Pero hubiera querido no hacerlo. No podía ni valorarse ella, y quería hacerlo con Michael. Lo quería, le hacia bien. Pero cada día, sentía cada vez mas que era un cactus, sin sentimientos, y muchas espinas. Que simplemente querían proteger una simple flor, que habitaba dentro de ella. Sabia y sentía que si le quitaban a Michael, quedaría destruida. ¿Pero como amarlo? Ella no podía sentir eso. Le costaba. Sabia lo que era estar enamorada. Y hacia rato no lo sentía. ¿En que clase de monstruo se había convertido? Se derrumbo en el suelo, mientras sentía lagrimas mojar sus ojos. Le hacia daño a Michael. Lo haría. Es por eso, que mejor era continuar como si nada hubiera pasado...¡eso! nunca hubo un beso, nunca hubo nada.

Diego, entro a la habitación de ella, sin siquiera tocar.

-¿Quien te crees para entrar como si nada?

-Un tarado bastante lindo. ¿Tienes el stereo...? Bonnie ¿estas bien?

La joven se levanto algo irritada, y abrió su closet, el cual era un verdadero caos. Se adentro un poco a el, y empezó a buscar el stereo que pedía su hermano.

-La verdad que no-comento mientras lanzaba un bolso con mas años que ella, al suelo.

-¿Problemas contigo?

-Peor. Con Michael.

Al no obtener respuesta, Bonnie se giro, y observo como Diego, la miraba horrorizado.

-¿Que? Sabes que un poquito Michael me gusta...

-¿Que te hizo?

-Nada. Y jamas hará nada. Yo no permitiré absolutamente nada. No quiero hacer daño.

-Si el se enamoro de ti, que es muy probable, ya no puedes hacer nada-Diego se acerco a ella, la tomo por los hombros y la obligo a sentarse en la cama, mientras el se arrodillaba frente a ella y la miraba a los ojos-Bonnie, cuando uno se enamora, es algo extraño. Es un sentimiento muy complejo. Demasiado, diria yo. Si te enamoras de la persona equivocada, terminas destruido. Si te enamoras de la correcta, puedes hacer demasiadas locuras...y también quedar destruido. Enamorarse, es pensar, sentir, y almacenar cada sonrisa de esa persona. A veces ni te das cuenta que si amabas mucho a esa persona hasta que se va...entonces...

-Creo que me perdí-comento la chica con una triste sonrisa.

-No estas en condiciones de enamorarte. Puedes salir muy herida, y Michael también...pero no puedes evitar enamorarte. Y tampoco vas a negar tus sentimientos para luego arrepentirte.

-Simplemente quiero estar sola. No tener que preocuparme por alguien mas.

-Ambos sabemos que te preocupas por Michael, mas que por ti.

-Puede ser...pero no es estar enamorada. Yo se como me siento cuando estoy enamorada. Ya lo experimente.

-Tal vez ni te das cuenta que lo estas...-explico Diego. Suspiro, y se sentó junto a su hermana. -Muchas veces ni sabes hasta que lo pierdes. Que a pesar de los errores...si lo quieres y extrañas. Tal vez, no como pareja. No es necesario. Pero si como persona. Extrañas las charlas hasta tarde, las risas, las bromas...que de la noche a la mañana desaparecieron. Incluso tantas promesas que se habían hecho, quedaron en el aire. "Nadie sabe lo que tiene hasta que lo pierde", no sabes lo cierto que es esa frase. Incluso, hay veces que si cuidas lo que tienes, pero crees que no lo amas tanto. Pero luego de que por alguna razón te separas....te das cuenta que te mientes a ti mismo. Que si sientes. Nunca rechaces tus sentimientos Bonnie. Después lo lamentas. Siente lo que tengas que sentir Somos jóvenes. Es nuestro deber joder a todos con nuestros problemas sentimentales.

Bonnie soltó una carcajada.

-Tengo miedo a sentir. Porque siento que no lo hago. Incluso Michael...suele ser algo frío, no se expresa mucho. ¡Y me desespera!

-Como si tu no tuvieras tus cosas...-comento Diego levantándose y retirandose lentamente.

-¿Que quieres decir con eso...?

Bonnie se paro peligrosamente, y Diego al advertir peligro, tomo el velador, y amenazo algo divertido:

-¿Si te digo me matas?

-Puede ser...-respondió picara Bonnie, mientras daba unos pasos hacia el.

-Bueno...yo que el, ya te hubiera tirado del balcón y huido mil millas. ¡Eres tan indecisa y desesperante!

Diego lanzo el velador donde sea, para salir huyendo de la habitación, mientras Bonnie, se abalanzaba a su captura. Corrieron por toda la planta superior, entre pasillos y contra vueltas. Diego, era mas veloz, y Bonnie tenia mucha resistencia, ganaría el que se canse primero. Pero sucedió algo que no esperaban. Una de las puertas se abrió, haciendo que Bonnie se choque con ella, y caiga violentamente al piso. Diego, que estaba tres metros mas adelante, se giro riendo a ayudar a su hermanastra, pero se detuvo en seco al observar quien salia de esa puerta. Muy delgada y alta, de unos 25 años, una rubia intentando ser sigilosa, salio de lo que se suponía, que era la habitación e Robert. La rubia cerro un poco la puerta, y grito al visualizar a Bonnie en el suelo. Se tapo la boca y cubrió mas su cuerpo con la bata que llevaba, y luego miro horrorizada a Diego, que estaba rojo de furia.

-¿Que sucedió Ema?- Robert, salio con la camisa blanca percudida, y en calzoncillo. Palideció, al ver que los hermanos, descubrieron a su amante.-Ema, vístete y vete de aquí-ordeno con voz gruesa. Bonnie miro disgustada, como la chica, obedecía como un perro.

Cuando la puerta se cerro, hubo un intercambio de miradas entre los tres. Bonnie y Diego, tenían miradas apesadumbradas. De asco y desilucion.

-Das vergüenza-le dijo Diego a su padre. Este suspiro, y rió.

-Alguno, dice una palabra de esto, o habré la boca, juro, con todo lo que soy, que no volverán mas a esta casa.

-Aunque sea me llevaría a mama conmigo-le respondió Bonnie, mientras recuperada su aire superior y se levantaba con dignidad-eres un horror.

-Eres la ultima con derecho en esta casa con derecho a hablar. Lo único que recuerdo, es que tu querida madre, jamas te creería ni a ti, ni a ninguna cosa que digas. Es una lastima ¿no?

-Podría perfectamente creerme a mi, Robert-Diego se acerco a Bonnie, la cual no supo que responder - eres basura. No se porque mierda arruinas así una familia.

-Tengo mis derechos-dijo acomodándose la camisa y girándose hacia la puerta de la habitación, decidido a abrirla-ahora si me disculpan...

Unas fuertes manos, lo tomaron de la parte trasera del cuello de la camisa. El hombre, sintió como su espalda chocaba contra la pared, y la parte baja de su cintura con un estante. Abrió los ojos, y admiro una Bonnie que jamas vio: los ojos abiertos y rojos de la joven, parecía que iban a escupir fuego. Respiraba agitadamente, y su labio inferior temblaba. Las mejillas se bañaban en lagrimas, y las venas del cuello, se le marcaban peligrosamente.

-Eres un jodido imbécil-las palabras, salían como avispas de su boca-no mereces estar aquí, no mereces a mi madre, y tampoco a quien tienes como hijo. Eres un desperdicio.

Al ver la expresión desconcertada del hombre, e incluso algo temerosa, lo soltó con desprecio. Se dio vuelta y se marcho de esa escena, sintiendo los pasos de Diego atras, protegiendola de cualquier cosa.


TEENAGERS: Dos gotas de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora