Capitulo 14

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Mientras observábamos como los guardias se llevaban a Chris (seguía gritando insultos y amenazas, aun estando sobre el hombro de esas bestias, alzado como saco de papas), Bonnie y Lydia conversaban sobre las posibilidades de ganar. Yo escuchaba atento, ya que apenas sabia de quien conversaban y tampoco tenia comentarios "decentes" que agregar. Tampoco me uniria con Diego y sus amigos, ya que no me sentiría muy comodo. Escuchaba sus carcajadas y burlas a los recientes visitantes y no quería conversar de ello. Además, adverti durante todo el tiempo compartido con los Hendson, de que Diego, me solia tirar miradas inquietantes. Incomodantes. No estaba seguro si eran de desagrado hacia mi. O de advertencia. Considere, que pasaba tiempo con su hermana. Y aunque sea (por ahora) como amigos, tal vez era celoso. Eran hermanastros, y yo mismo afirme que el lazo entre ellos era grande. ¿Sera Diego, uno de esos hermanos super protectores?. Sabia, que debían enfrentarse mucho a toda clase de dificultades. El tal Robert, con su falsedad y quien sabe, agresividad, y su madre tan indiferente. Pero tampoco se conocían de toda la vida... podía considerarlos como amigos. Como esas amistades muy fuertes. Al menos que.. ¿Diego amara a Bonnie de...otra manera? Menee la cabeza sacando esas absurdas ideas. Diego tenia novia. Eran "hermanos". Compartían el mismo techo. Hogar. Auto. Vida... "¡Basta!-pense- no puedo estar celoso del hermanastro de Bonnie. ¡Es ridículo!".

-¿Tu le tienes fe Michael?.

Levante la misma hacia la suave voz de Lydia. Tenia una cara redonda y simpática. Unos ojos celestes y pelo casi blanco. Su expresión, la hacia parecer de quince años.

-¿Disculpa?

-Si piensas que nuestro jugador ganara-explico.

Mire a Bonnie, que me observaba expectante a mi respuesta. La sonrisa de siempre, de costado, interrumpía su imperturbable mirada debajo de la visera de la gorra.

-Pues, por supuesto. No apostamos por nada.

Ambas sonrieron.

-Me parece bien. ¿Dónde se conocieron?-pregunto señalándonos con las dos manos. Yo sonreí y Bonnie ladeo la cabeza mirándome.

-En la plaza-respondio ella.

-Un dia lluvioso-añadi.

-El con su skate.

-Ella sola.

-Ambos aburridos.

-Ambos con el mismo sentimiento.

-Simplemente perfecto-masculle.

La única que escucho mis dos ultimas palabras, fue Lydia, porque sonrio como una nena de diez años que acaba de descubrir el amor. Pero Bonnie, solo puso sus ojos como rendillas y sonrio. Ella no lo escucho. Iba a añadir algo pero las luces se apagaron. Vino Diego corriendo y empujándonos, nos acerco a la baranda. En el centro de la planta baja, un hombre de cincuenta años, con uno de esos trajes caros de oficina, sonreía con los brazos extendidos, mientras la gente los aplaudia. Un reflector, lo alumbraba.

-¿Y ese que se cree Superman quien es?-pregunte observando extrañado al tipo. Bonnie rio.

-Lucas. Es el anfitrión de esto desde hace años. Dicen que fue el primero que corrió en esta avenida.

-¿Qué apellido?

-First...algo extraño, e ironico.

-Alto ¿ese no es el dueño de ese hotel tan conocido...?-pregunte anonado.

-Ese mismo-respondio sonriene Bonnie.

Impresionado, me gire nuevamente. Lucas First, era un importante comerciante. Tenia millones y en especial, un hotel cinco estrellas. Simplemente, no imagine que gente tan importante estuviera en lugares como estos. Luego mire a Bonnie y Diego. También eran millonarios. ¿tendran tanto dinero que se aburren?

TEENAGERS: Dos gotas de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora