Capitulo 17

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Sus dedos agiles se desplazaban por el piano. Las melodias perfectas, surgian del instrumento. Con los ojos cerrados, tocaba de memoria, la pieza. Disfrutaba el momento. El portazo, resono en la casa. El seño fruncido de la joven, se agudizo. El muchacho, despeinado y desaliñado, irrumpio en la sala blanca, de altos ventanales, y en la cual, solo se ecnontraba el piano. El sol del amanecer que se filtraba, resaltaba sus celestes ojos, brillosos. Ella abrio los ojos, al sentir su agitada respiracion. Sin embargo, siguio tocando y mirando solamente sus teclas. Obnubilada ella misma, con su destreza.

-Ya se fue Robert...-dijo el, perturbado.

-No te preocupes. Me doy cuenta-. Respondio Bonnie, lanzando una triste sonrisa a su hermanastro.

El se acerco, y se sento en el largo taburete, junto a ella.

-Amo esta cancion...la sabes muy bien.

-River Flows in You-explico ella dirigiendole una tierna mirada.

-¿River que?-replico el riendo-Bonnie, recuerda que no sirvo para el ingles. Lo importante, esque recuerdes que esta es mi cancion favorita.

-Imposible no olvidar, entonces.

El quedo mirando a su hermanita. La concentracion de ambos, era la situacion familiar. Robert, era cada vez mas violento. Isabel, no hacia nada al respecto. Aunque ella, sea una de las principales victimas. Ese dia, ambos hermanos faltaron al colegio. Total, ninguno de sus padres, preguntarian el porque. Hacia tiempo, no preguntaban el porque de muchas cosas. Bonnie, comenzo a recordar su pasado. Cuando era feliz con su madre y padre. Eran intimas amigas con Isabel. Ella sentia de verdad que la amaba. Isabel no pedia mucho por ese entonces. Solo...eran felices. Isabel, la protegia como la pequeña niña que era. Cuidaba de ella. Sus confesiones, eran , que moria si le pasaba algo a ella. Ahora no parecia sentir lo mismo. Solo queria mantener a esa bestia que tenia como pareja, a su lado. Se habia olvidado de Bonnie por completo. A veces, la joven se preguntaba si su madre sabia, que se mataba lentamente, dia a dia. ¿Con que? Con lo que sea. Cigarrillos, pensamientos depresivos. Seguro que no lo sabia. Si lo sabia, hubiese hecho algo. ¿O no? Ya nada era como antes. Bonnie, se habia acostumbrado a la soledad e independencia. Incluso para ella era triste. Aunque no lo admitia, y se hacia la fuerte. Se moria por dentro. A veces, pensaba que no iba a soportar mas. Se aguantaba todo lo que sucedia. Callada. De vez en cuando lloraba... a la compania de su piano. Las decadentes melodias, acompañaban su estado de animo. Si se sumaba la edad en la que se encontraba, sus sentimientos, terminaria por destrozarla. Y ella, lo sabia bien. Solo tenia a su hermanastro. Sin Diego, sabia perfectamente donde estaria: bajo tierra, con su padre. Su alma, flotando en algun lugar de este extraño universo. Era dificil pedirle a Bonnie, que sonria verdaderamente. Pero ella tenia una esperanza, que hacia poco habia llegado. Michael Green. Ese extraño que habia aparecido de la nada, parecia ser el indicado para sacarla de su tortura. La noche anterior, se durmio pensando en el, en vez de su desastroza situacion. ¿No era magico y perfecto eso? ¿Dormirse pensando en la persona que te salvo? ¿Pensando en alguien que hace que te olvides de todo? Pero Bonnie sabia algo... pisaba terreno peligroso. Si por alguna razon Michael se iba, ella terminaria por derrumbarse del todo.

Diego pensaba en otras cosas. Lamentaba el dia en que su padre descubrio a los Hendson. Lamentaba el dia, en que acepto acompañarlo en esa idiotez. Lamentaba muchas cosas. Por, eso, ya que no pudo ayudar a tomar conciencia, a Isabel, desde hace años habia elegido a Bonnie. Desde el primer dia que la vio, la eligio. Era la hermana pequeña que nunca tuvo. La inocencia y temor se veian en sus ojos. Se prometio cuidarla, y evitar que sufra. Solo asi, sentia que podia limpiar su conciencia. No es que haya hecho algo malo, pero el solo hecho de haber acompañado a su padre en toda esa locura, que venia de decadas, ya lo hacia sentir complice. Pero hacer feliz a Bonnie, era dificil. Porque ella sabia lo que era la felicidad. Y sabia que no la tenia. La tarea de Diego de alegrar la vida de su hermanastra, se complicada. Sumado, a la baja confianza que se tenia a ella misma. Sin embargo, ahora llego Michael. Las venas del cuello de Diego se tensaron. Bonnie observo eso, al levantar lentamente la vista, para intentar descubir que pensaba su hermanastro. Esos momentos de piano, ambos sabian que eran para pensar. Diego, se molestaba con Green. Estaba logrando rapidamente lo que a el le costo mucho tiempo. Que su hermana sonria de verdad. 

TEENAGERS: Dos gotas de aguaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora