Hace unos días, en una de las tantas ciudades que tengo asignadas, me tocó ir hacia la provincia de Tucumán. Eran días tranquilos, pocos muertos, a decir verdad, solo unos cuantos por algunos tiroteos que se dieron y por el coronavirus. Caminaba por las calles del centro, la gente no podía verme ni percibirme, solo me atravesaba o los atravesaba, andaba en modo oculto, encontré una gigantesca plaza y elegí un banco vacío para sentarme y descansar. Me gusta dar esos paseos y ver las vidrieras de los locales. Aun en mi esta ese anhelo de volver a ser humana, pero sé que dé no lo volveré a ser jamás. Ver los vestidos y otra ropa, a los amigos caminando o parejas de la mano aumentaba ese deseo de volver a ser humana. Solo solté un suspiro y enterré ese deseo en lo más profundo de mí. Continúe mirando a la gente, ya estaba comenzando a anochecer, mi turno de esta semana es hasta la media noche, cada vez falta menos para descansar.
Escuche un ruido, un ruido que no podía ignorar, mire mi manga izquierda y dentro de ella brillaba. Sabía que significaba, una nueva alma que llevar. Inmediatamente varias preguntas vinieron a mi mente. ¿A qué barrio debería ir ahora? ¿Quién habrá muerto y cómo? ¿Un baleado? ¿Un apuñalado? ¿Inocente o culpable? ¿Serán varias personas o solo una? Decidí cortar con la duda y meter mi mano derecha dentro de la manga izquierda que aun brillaba, al hacerlo saque una hoja blanca enrollada, la plegue y vi que solo había un nombre y una dirección no tan especifica.
"Yuk, a orillas del río Lules. Tres demonios perros culpables, se encuentran ya a 3.Km de distancia del cuerpo"
Al leer el nombre me resultó raro ¿Existe el nombre Yuk? ¿Es femenino? ¿Masculino? ¿Unisex? Deje de hacerme preguntas y supuse que tal vez se tratase de una mascota. Sí, también me llevo mascotas.
Me levanté de donde estaba sentada, mi mano derecha sostenía la hoja y extendí mi brazo izquierdo con la mano abierta. Un punto de luz comenzó a brillar y se extendió hacia los lados formando una línea brillante inclinada, de un extremo salió una especie de curva ancha. El brillo ceso y mi guadaña estaba lista para usar. Sí, así invocamos nuestras armas, tanto ángeles como demonios. La guadaña estaba tan cerca de mi palma que con solo cerrar mi mano ya podía sostener el arma. La enderece de manera vertical y apoye el palo en el piso, posteriormente la levante apenas y dije:
—Llévame con Yuk –baje la guadaña dando un golpe en el suelo y en un pestañeo ya me encontraba a orillas de un río.
Tenía algo de miedo. Tengo miedo porque el hecho de que esos demonios vuelvan a querer atacarme. El sol estaba a nada de desaparecer y dejar a oscuras el lugar lo que definitivamente no me agradaría ya que eso volvería más tenebrosa la misión y también la dificultaría ya que vería poco a oscuras. Entre mis dones no está ver en la oscuridad.
—Y en un río tenía que venir a parar. –me quejé y solté un suspiro. –Tengo que apresurarme antes de que anochezca o quedare a oscuras y no podré encontrar el cuerpo.
Podría haber aparecido al lado del cuerpo, pero por miedo aparezco a metros. Aparecí solo a metros, ya tendría que ver el cuerpo, pero no veía nada. Tenía a un costado el río, piedras sobre del otro lado.
—Mierda... —solté en un susurro—. Piensa... piensa... —continúe susurrando.
Noté que del costado donde había puras piedras a metros había yuyos altos, pero muy altos, lo suficiente como para esconder un cuerpo. Sostuve la guadaña con ambas manos y avance lento. Me detuve a tan unos cuantos pasos de distancia.
¿Estará enterrado o dejaron el cuerpo entre los yuyos? ¿Descuartizado o entero? Me pregunté antes de seguir avanzando. Siendo honesta les debo decir que pueden encontrarse cosas muy horrorosas en este trabajo. Mi mente dejo de hacer tantas preguntas cuando escuche un "MIAU" algo apagado que provoco que una lagrimas salgan de mis ojos. Ustedes no son como yo, no pueden sentir lo que yo. En ese simple maullido casi moribundo pude sentir todo el dolor del ser. Este es uno de mis dones, poder sentir la bondad, maldad, dolor y alegría. Joder que hay gente muy hija de... en este mundo. Escuché otro "MIAU" y con mis sentidos potenciados pude saber de dónde venía. Me adentré al alto de yuyos sabiendo hacía donde ir. No iba a soltar mi arma en ningún momento, debía de estar totalmente atenta. Al llegar quedé en shock y sentí nauseas. Era un gato, no... una gata... o parte de lo que quedaba. El cuerpo del felino estaba muy maltratado, había sangre derramada, tenía heridas profundas, uno que otro hueso. ¡PERO YA! No merece la pena contar cada detalle de esta imagen horrible. Después e de unos segundos reaccioné y las emociones comenzaron a dominame.
ESTÁS LEYENDO
Historias De Otros Mundos Y Tiempos
RandomCreo que el título lo dice todo ya. Cuando entren podrán leer historias de varios generos, en varios mundos y tiempos distintos. Fantasía, acción, magia, ficción, reflexión, un poco de "normalidad" Y mucho más.