Velkan, el nombre de un joven pintor de un simple barrio que pronto en casi dos semanas se volvería famoso entre la gente de arte, y millonario entre toda la gente, por pintar de los cuadros más realistas. Apenas con veintiún años de edad ha logrado crear obras de arte más sorprendentes por estár dotadas de un gran realismo. Son tan impresionantes que van a ir a museos de arte famosísimos como el Louvre en Francia, el Museo Británico y entre en otros que no recuerdo el nombre pero ya buscaré en internet, luego sus obras de arte van a ser vendidas y subastadas.
Y yo soy Robert, un entrevistador que trabaja en el periódico local del simple barrio que fue mandado a entrevistarlo antes de que se vaya de la localidad, y soy también escritor en mis ratos libres. En el barrio no saben que el joven Velkan se volverá famoso y millonario, pero los chismes entre las doñas del barrio se esparcen rápido hasta que llegó a oídos de la Señora Adams, una señora de setenta y cinco años que trabaja en el mismo periódico que yo, en otra sección, ella pasó la información al jefe antes de que todos supieran y me mandó a mí a realizarle una entrevista así nosotros podríamos tener los primeros datos o ser quienes sueltan “la bomba” como dicen en los programas de chimentos.
¿Estoy feliz de hacerle la entrevista? Sí y no, estoy un poco cabreado con mi jefe. He detectado que las personas no leen tanto como antes, lo que puede representar un gran problema, entonces le he propuesto idear una sección en la que se motive a las personas a leer a través de premios ¿Qué fue lo que me respondió? “Es una pérdida de tiempo, se dinero, y me importa poco si las personas dejan de leer libros o historias, mientras sigan leyendo mi diario todo estará bien. Vete a hacer esa entrevista” y… eso fue lo que me cabreo.
Por eso acabo de cerrar de una manera no tan gentil la puerta del taxi que provocó unos leves insultos del conductor.
—Cálmate Robert, Calmate. Debes ir a una entrevista. —me repetía a mí mismo en cada paso que daba por el pequeño largo camino desde el cordón de la vereda hasta la puerta de la casa de Velkan. Una casa que se veía bastante grande con solo mirarla de frente desde fuera.
Me detuve frente a la puerta. Jale de la tira del bolso negro que cargaba en el hombro para acomodarlo. Solté un suspiro y di tres golpes a la puerta. Después de unos minutos y que nada pasara, ni que Velkan o alguien más de la residencia diera señales de vida, llame otra vez. Otros minutos y nada sucedía. Llame una vez más pero esta vez de una manera un poco ruda.
Al instante obtuve una respuesta —¡Voy! —escuché desde los interiores de la casa.
A los segundos la puerta se abrió dejando ver un joven de mechones largos y despeinados con una respiración agitada.
—Hola. —saludó.
—Buenas tardes señor Velkan. Soy Robert de “El Periódico” —nombre del diario— soy a quien mandaron a realizarle la entrevista.
—Ah sí, me avisaron que vendría ¿La entrevista podría pasar a ser otro día? Es que tengo unos cuantos inconvenientes.
—Lo siento señor Velkan, solicitan la entrevista para hoy. Además usted se había comprometido para hoy
—Ou… ¿en serio?¿No puede cambiar?
—Señor Velkan. Pueblo chico, infierno grande, los rumores corren rápido y nos gustaría ser quienes den la noticia o al menos de los primeros en tener una entrevista con usted. —le explique con total amabilidad. Como no obtenía una respuesta interrogue—. ¿Tan grave es?
Miró a los interiores de su casa y luego volteo a verme, sus mechones de pelo acompañaban cada movimiento de su cabeza. —Está bien. Pase, por favor.
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Historias De Otros Mundos Y Tiempos
De TodoCreo que el título lo dice todo ya. Cuando entren podrán leer historias de varios generos, en varios mundos y tiempos distintos. Fantasía, acción, magia, ficción, reflexión, un poco de "normalidad" Y mucho más.