El camino a casa había sido agobiante, por más que Evan conducía de forma veloz y mi apartamento no quedaba tan lejos del centro comercial,mi mente no paraba de repetirme esas palabras como advertencia, mas nadie lo había notado.Al llegar al departamento me despedí de Evan, no sin antes prometerle que en nuestro día libre tendríamos que salir, para recompensar el poco tiempo que hoy habíamos estado juntos.
Una ves ya dentro, tome una ducha larga, tomándome todo el tiempo del mundo para alejar cualquier pensamiento negativo.
Me aliste para ir al trabajo, vistiendo un vestido negro ajustado,que era mi uniforme laboral, tenía el logo de la empresa en el pecho derecho incluyendo nuestro nombre justo debajo de este, no nos permitían llevar otro atuendo que no fuese ese, ni que nuestros calzados sean de taco bajo o de otro color que no fuese el negro, tener los labios pintados de rojo y que el vestido fuese a cuatro dedos sobre la rodilla también eran parte del protocolo.
Una vez vestida con el ceñido vestido, mis botas negras de tacón, un bleizzer también negro-debido al frío teníamos permitido usarlo- y mis labios
obviamente rojos. Toda una prostituta, mas una prostituta con clase.
Me adentré a mi carro y fui a un día más de un arduo día laboral.Al llegar salude a los dos guardias de seguridad; Michael y Ashton dos hombres robustos con cara de pocos amigos ante los clientes mas unos blandengues con las chicas que trabajábamos en la boutique, salude a algunas de mis compañeras de trabajo y sin perder el tiempo, me dispuse a atender clientes.
El día en la boutique había estado fatigante, muy fatigante.
Un montón de mujeres eligiendo y probando ropa, algunas solas otras con sus parejas o hasta con sus hijos, mujeres quejándose, algunas felices por sus compras y otras decepcionadas por cómo les había quedando la prenda, mucho bullicio y mucho trabajo para mi suerte, todo lo que necesitaba para alejar esa incertidumbre que sentía.Al volver al departamento, me encontré nuevamente sola, Phoenix aún no había vuelto y eso empezaba a preocuparme.
Le había dejado varías llamadas, ninguna contestaba,incrementando mi angustia.¿Y si ese tipo le hizo algo?
Por inércia, sujete con fuerza el dije de mi collar; un Cristo crucificado; una de las pocas cosas que me habían quedado de mi madre. Y cómo si fuese alguna obra suya, Phoenix apareció por la puerta dejando su campera de cuero a un lado, se veía agotado pero de alguna forma..¿feliz?
Agradecí mentalmente y corrí a abrazarlo.-Estaba preocupada- le susurre estrujándolo con mis brazos.
-Exagerada- respondió sonriendo contra mi cuello correspondiendo a mi abrazo.
-¿Dónde estabas?- cuestioné una vez ya distanciada de el.
-¿Trabajando?- respondió como si eso fuese lo más obvio-. Es decir; estaba aprendiendo...observando cómo funcionaban las cosas.- aclaró despreocupado, dirigiéndose a la cocina.
Lo había olvidado, había conseguido un trabajo el mismo día que salió a buscarlo,demasiada suerte.-¿Qué cosas? ¿Qué trabajo es ese Phoenix?- pregunte siguiéndole el paso, pisando sus talones.
¿No se habría metido con algo ilegal, o si?-No es ningún trabajo ilegal, Hebe- respondió leyendo mis pensamientos- No te preocupes tanto ¿Si?
Permanecí en silencio observándolo, parecía estar mucho mejor que ayer, mucho mejor que en todo un mes.
Me parecía extraño su repentina felicidad, era mi hermano; debería de estar feliz por su cambio pero no podía evitar cuestiónarme y preocuparme por él.
Quizás estaba siendo una hermana menor demasiado sobreprotectora y quizás, pero sólo quizás estaba siendo exageradamente desconfiada.
Suspiré pesadamente.
![](https://img.wattpad.com/cover/253755814-288-k142188.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Tristán
Fiksi RemajaUn aspecto de ángel, mas no pasaba de eso;era la oscuridad en persona. Su cuerpo era el paraíso y sus ojos el abismo. Él fue su sueño más oscuro. Él le abrió la puerta y ella entró a su infierno. Ella le ofreció su corazón a su propio verdugo, abra...