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Los pasillos se encontraban casi vacíos en la espera de que llegasen más estudiantes, aún era temprano y con respecto a la hora de llegada la institución no era muy exigente. Entre aquellas personas estaba Jennie, quién con su mejor amiga Alexa estaban conversando entre ellas mientras que la rubia guardaba un par de cosas en su casillero.

—¿Entonces tendrás tu casa sola? —preguntó ella.

—No completamente, la casa quedó al mando de mi nana. Ella y los empleados seguirán allí.

—Básicamente tienes la casa para ti, también mandas ahí. ¿Sabes lo que daría por tener mi casa sola? Ugh lo daría todo.

Kim rodeó los ojos ante lo dicho por su amiga mientras su mirada recorría de extremo a extremo aquel pasillo, estaban cerca de la puerta de entrada y podía jurarse que esperaba ansiosamente a qué alguien pasara por esa puerta. Alexa miró esa acción con cierta confusión, no estaba segura de si Kim esperaba a alguien o sólo quería disimular algo.

—¿Esperas que alguien llegue, Jen?

—¡Shh, está entrando! —soltó de golpe colocando su dedo índice en los labios de la rubia.

Justo como lo dijo, venía pasando aquella persona que tanto esperó, cargaba una ligera sonrisa en la comisura de sus labios mientras miraba con cierta felicidad a alguien entre algunos alumnos que andaban por ahí, ese alguien al que tanto quería pero que nunca le haría caso, ese alguien era Zhang Yixing.

Jackson, su pareja, se hizo paso entre la pequeña multitud y se abalanzó para abrazarlo, todo captado por los ojos de Kim. Ella sentía tantos celos en ese momento pero no era la clase de celos que cualquier persona tendría, lo suyo ni siquiera llegaba a los talones de los celos. Era diferente, muy, pero muy diferente y no sabía el porqué.

En ese momento su mundo tuvo un fuerte terremoto cuando los vio a ambos asomarse por la puerta para recibir a la chiquilla de cabellos rosas y a su amigo pelirrojo. Sus ojos llenos de casi furia se clavaron en la chica quién sonreía con timidez ante la bienvenida que el chico que le gustaba y su pareja le dieron. Kim quería romper cualquier cosa que se cruzara en su camino pero a pesar de esos impulsos tan destructivos que tenía por dentro, por fuera parecía tan calmada y relajada mirando esa escena.

—Alexa, busquemos a la chica de mejillas gorditas —dijo mientras comenzaba a caminar en dirección contraria, esa voz gélida disimulaba bastante el montón de emociones negativas que estaba teniendo por dentro.

—Oh, creo que vi a Roseanne en el salón de instrumentos antes de venir a aquí —comentó cerrando el casillero para acompañarla.

—De acuerdo, vayamos para allá.

( 🐣 🐣 🐣 )

En aquel salón sólo se escuchaba el sonido de aquella guitarra siendo tocada por la chiquilla de cabellos azules mientras que de sus labios salía la melodía de una canción que a ella le encantaba, estaba bastante concentrada mientras practicaba en aquel lugar tan lleno de silencio y armonía.

El sonido de la puerta la interrumpió saliendo por completo de sus pensamientos y miró hacia esta, encontrándose con Jen y su compañera. Les dedicó una pequeña sonrisa mientras volvía a tocar la guitarra.

—¡Hola Roseanne! —exclamó alegremente Alexa.

—Hola chicas, ¿ya entramos a clases o vinieron de paso?

—Lo segundo, vi algo que me desagradó mucho así que le dije a Alexa que pasáramos a saludar —respondió Jennie sonriendo casi forzado.

𝐂𝐑𝐘 𝐁𝐀𝐁𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora