O9.

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Kim llegó más temprano que de costumbre a clases, era la única de sus amigos en aquel gran establecimiento, tuvo que hacerlo debido a que sus padres debían salir temprano y no sabían cuando llegarían así que salió con ellos.

Fueron a una tienda para comprarle algunos alimentos a la pequeña JiSoo a pesar de que ella podía cocinarse sola, pero a sus padres les gustaba consentirla de vez en cuando; y de allí, la dejaron justo en la entrada de la institución, despidiéndose con un gran beso en la mejilla y un abrazo.

El ambiente estaba bastante calmado mientras caminaba por los pasillos, saludaba a uno que otro docente que se le apareciera en el camino con una minúscula sonrisa en la comisura de sus labios. Al cansarse de caminar paró en uno de los árboles del patio central y se sentó debajo de éste, soltando un pequeño suspiro mientras que buscaba en su mochila un libro para distraerse, podía sacar su celular como cualquiera, pero se le era más entretenido leer en esos momentos.

Su mirada se mantenía en aquel libro, siendo su imaginación ahora quién la sacara de su realidad tan descolorida, parecía haberse perdido en aquellas palabras mientras su mente creaba un sin fin de escenarios de aquellos relatos incluyéndose a sí misma en ellos.

Se mantenía pensando en quién de sus amigos sería el primero en llegar ese día, a pesar de estar casi vacío el lugar temía que algo le pasara estando totalmente sola, no quería ni imaginarse lo que Jennie podría hacerle estando nuevamente sola. No podía estar tranquila en ningún sitio, la ansiedad la dominaba por completo, haciéndola perder sus sentidos mientras su vista seguía clavada en aquellas letras.

El ruido de la grama la alertó y se cubrió con el libro asustada, no sabía quién era la persona que se acercaba y tampoco quería saber, el simple hecho de levantar la vista la hacía querer sollozar pensando lo peor, sintió unas manos conocidas tomar sus brazos y ahí se calmó, pero no quitó sus extremidades de su rostro hasta que aquella persona los bajó con lentitud.

—Tranquila, soy yo —el castaño sonrió levemente tratando de calmar a la menor—. Estaba pasando y te vi aquí, no creí que llegaras tan tempra-

No terminó la oración cuando la menor lo tomó desprevenido y se abalanzó hacia él para abrazarlo con fuerza ocultando su rostro en el pecho ajeno, Wang suavizó su expresión correspondiendo a ese tacto. La comprendía muy bien, ella ya no podía sentirse a salvo sola y esto le causaba crisis nerviosas.

—Gracias por aparecer Jackson, estaba aterrada —murmuró sin despegarse de él.

—No te preocupes, aquí estoy para cuidarte —dejó suaves palmaditas en su cabellera, sonriéndole con levedad.

—Gracias, gracias... —susurró mientras se separaba para mirarlo.

—Yah, si próximamente vienes a estas horas puedes contar con que estaré aquí —sonrió ampliamente para sentarse a su lado.

Los minutos pasaron y el lugar comenzó a llenarse poco a poco de estudiantes como todos los días, Yixing fue el tercero en llegar del pequeño grupo y por último Lisa y BaRon. Estuvieron charlando mientras que esperaban que la campana sonara, realmente ese día Kim estaba muy intranquila, BaRon lo notaba en su actitud. JiSoo tenía malos presentimientos, su mente le decía que le pasaría algo malo y se estaba alterando bastante pero lo disimulaba bien excepto para Choi.

La campana les llamó y se levantaron para ir cada uno a sus clases asignadas a esa hora, los pasillos comenzaron a vaciarse y esta vez el pelirrojo estaba completamente alerta, su mirada se mantenía en todas las direcciones mientras que le contaba un par de cosas a Kim, esta vez no permitiría que algo le pasara a su compañera estando presente.

𝐂𝐑𝐘 𝐁𝐀𝐁𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora