O2.

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Historia.
Era una de sus clases preferidas, adoraba mucho a la profesora, sus explicaciones eran totalmente entendibles y eso hacía que siempre obtuviese buenas calificaciones, hasta que empezó su fracaso.

Sus calificaciones bajaban conforme su acoso continuaba, convirtiéndose a si misma una de los estudiantes con mal promedio escolar, todos se reían cuando daba una breve explicación cuando la docente preguntaba algo referente a la clase y esto hizo que dejase de responder preguntas.

La profesora siempre le preguntaba cómo se sentía pero no le respondía, no iba a empeorar su vida por las amenazas, sonreía y mentía como se le hizo costumbre, odiaba hacerlo pero debía.

La alarma de salida sonó sacándola de sus pensamientos, todos los alumnos guardaron sus cosas y abandonaron el aula tan rápido como pudieron, exceptuando a unos poco que aún seguían ordenando sus cosas. Ella sólo esperó a que todos salieran para ser la última en salir de aquel salón, odiaba salir con multitud cerca, era una sensación sofocante.

Antes de poder asimilar las cosas sintió como alguien colocaba una pequeña hoja de papel en su pupitre, no logró ver quién era, eso la alarmó, quizás era una trampa y alguien quería humillarla como todos, se levantó de su asiento mientras guardaba sus pertenencias en su mochila, tomó la aquel papel en sus manos y se dirigió a la salida.

La profesora la llamó, se detuvo antes de salir del lugar, se dio la vuelta y se acercó al escritorio de la docente.

—¿Qué pasa profesora Jeon? —miró el suelo mientras jugaba con sus pies, estaba nerviosa.

—Cariño, ¿qué sucede? Tus notas han bajado a un nivel inquietante, ¿son tus padres?

La chiquilla negó repetidas veces con la cabeza evitando tocar el tema, no quería ni desea hablar de eso para nada.

—No es nada, sólo... No he estado prestando mucha atención a las clases, lo lamento —mintió.

—¿No quieres hablar de eso? —ella negó mostrando una pequeña señal de incomodidad—. Bien cariño, puedes retirarte. Haré un examen sorpresa en la próxima clase, estudia.

JiSoo asintió y salió del aula mientras observaba el piso, sus pasos eran apresurados como si estuviese huyendo de algo o de alguien, efectivamente huía de alguien, su peor pesadilla, evitó todo contacto con las personas y se dirigió a su casillero para guardar sus libros e ir a su siguiente clase.

Cuando llegó suspiró y posó su vista en el papel que minutos antes habían dejado en su asiento, estaba doblado en tres partes, miró a todos lados antes de desdoblarlo y leerlo.

Oye... ¿JiSoo, no?
Me gustaría vernos más tarde a la hora de almorzar, ¿te parece? No nos conocemos pero podríamos.
He visto que sufres mucho a causa de Jennie y quisiera ayudarte, claro, si me dejas. Soy una persona de confiar, tranquila.
No me dejes plantado, eso es muy cruel:(.
Te espero, nos vemos después.

—C.H

Volvió a suspirar dudosa del ofrecimiento, ¿si quería ayudarla porque no lo hizo desde el primer día en el que se burlaron de ella? Ese detalle no cuadraba en lo absoluto.

Abrió su casillero dejando todos sus libros incluyendo el pequeño papel mientras apretaba sus labios deseando que nada le ocurriese en ese momento. El camino sería muy largo de aquí a la cafetería.

( 🐣 🐣 🐣 )

Logró llegar a la cafetería sana y salva, en ningún momento se cruzó con Jennie y agradecía mucho eso. Buscó con su mirada a alguna persona que estuviera interesada en verla, divisando a un chico que la estaba mirando mientras la llamaba con su mano.

Ella se acercó con desconfianza y sentó con él, el chico le sonrió dulce extendiéndole la mano para hablar:

—¡Hola, Chu! Soy la persona que escribió el mensaje, me llamo Choi ChungHyeop pero mis amigos me dicen Baron —habló de forma calmada, la chica aceptó su saludo sonriendo un poco—. ¿Estás bien? ¿No se apareció Jennie por los pasillos?

Ella negó con la cabeza apretando sus labios, ya no le era fácil tomar confianza y mucho menos si ese alguien se interesó en ella ahora. El chico suspiró.

—Eso es bueno, oye, tranquila. No te haré daño, quiero ser tu amigo, detesto ver cómo sufres por culpa de la tonta de Jennie. ¡Seamos amigos! Prometo mantenerte a salvo cuando estés conmigo.

JiSoo dibujó una pequeña pero notable sonrisa en la comisura de sus labios y asintió con la cabeza.

—Está bien, seamos amigos, confío en ti... —murmuró bajando la mirada.

𝐂𝐑𝐘 𝐁𝐀𝐁𝐘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora