Un poco de paz

C17: ¿No abrirás los ojos?

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Jiang Cheng retuerce su cabello en su forma habitual alrededor del adorno y mete el peine en su túnica. Xichen no había comentado sobre el estilo de éste, ya que se suponía que era un peine de mujer, y es una pequeña victoria para su orgullo frente a una abrumadora pérdida.

Pasó la mañana dejando que Xichen meditara en el centro de la habitación, completamente ajeno mientras caminaba, se vistió, les consiguió comida y reflexionó sobre lo que sucedió ayer. Raspa cada recuerdo y luego lo vuelve a hacer, archivando detalles, por insignificantes que sean y separándolos.

En realidad, no habían visto los títeres, fue su primer punto de sospecha. La bruja que habían intentado cazar tenía el objetivo de atacar una aldea y no tenía miedo de llevar sus títeres allí a pesar de su falta de experiencia, mientras que ésta solo había sido vista, solo había sido combatida por un grupo de discípulos de Jin. Más allá del claro, aún no había visto ninguna evidencia real de que hubiera títeres.

El claro pisoteado había sido dolorosamente inútil en términos de pistas; los discípulos también. ¿Qué clase de idiota no podía recordar la dirección en la que había huido su enemigo? ¿Y cómo escaparon los discípulos poco calificados con una herida mínima de una bruja y sus títeres que lucharon como si no tuvieran nada que perder?

Luego estaban los senderos, que siempre volvían al claro. Todo apuntaba hacia una teoría muy preocupante, una que solo podría ser respondida verdaderamente si atrapaban a la bruja.

Entonces el problema sigue siendo, ¿cómo se encuentra a alguien que no quiere ser encontrado?

Una imagen del claro le viene a la cabeza.

Usar algo con lo que ellos no pueden vivir.

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"Sé cómo encontrarla".

Lan Xichen se sienta frente a él en la pequeña mesa que ofrece la habitación. Acepta el té que Jiang Cheng ya ha servido y levanta las cejas hacia Jiang Cheng en pregunta.

"Había una pluma en el claro", explica. "Si pertenece al pájaro espiritual, deberíamos poder seguir su rastro de energía".

Xichen inclina la cabeza en reconocimiento. Se ve un poco triste, como si no esperara sumergirse en el trabajo tan rápido, pero Jiang Cheng no está de humor para perder el tiempo con sus sentimientos dada la cantidad que permitió anoche.

"Tendremos que encontrar la pluma".

"Y espero que todavía esté allí". Jiang Cheng se detiene con la taza de té en los labios. "Si no, tendremos que regresar a Lanling con las manos vacías".

Arde al pensar que podría tener que enfrentarse a Jin Guangyao por haber fracasado en esta misión, pero si sus sospechas incluso tienen el más mínimo indicio de verdad, aquí no es donde debería estar ahora. Un destello de sorpresa cubre el rostro de Xichen; debe parecer extraño que alguien tan terco como él reconozca la derrota tan rápidamente, pero Jiang Cheng no está dispuesto a compartir su teoría todavía, no con Lan Xichen. No iba a malgastar su propia imagen en el caso de que estuviera equivocado, y no iba a arruinar la percepción de Xichen de los discípulos de Jin hasta que estuviera seguro de que habían hecho lo que creía. Ha tenido toda la mañana para reflexionar sobre esto: su única opción es encontrar a la bruja.

Empacan lo mínimo necesario y dejan el resto en su habitación, luego regresan al claro del bosque de ayer. Ninguna de las flechas se ha quitado todavía, y el calor seco le dio la esperanza de que la falta de viento y lluvia significaba que la pluma todavía estaba allí.