Un poco de paz

C5: No puede haber testigos

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- EdithResendiz9
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Llamas deslizándose por las rocas; figuras retorcidas y el metal reflejando la luz, sombras con rostros familiares. Silbidos que conjuran a los muertos. Lamentos siendo arrancados de las gargantas, de su garganta y las gargantas de sus cultivadores; gargantas siendo degolladas y aplastadas-

Le duele. Sus extremidades están adoloridas, su corazón está adolorido y su control está adolorido, y hay sangre en sus manos, no es suya, no es suya, no es suya.

Es de ella.

Y él, sentado junto a ellos, de pie frente de ellos, tocando esa maldita...

Jiang Cheng jadea justo cuando cae de la cama, tan retorcido en sus propias sábanas que no puede sacar los brazos para sujetarse. Con la espalda apoyada en el suelo, trata de soltar sus brazos y sólo logra enrollarse en un nudo apretado. Mierda. Ni siquiera puede tener una pesadilla que solo se quede en su cabeza. Rompe las sábanas con un gruñido de disgusto y luego se desploma en el suelo.

Justo encima de él, la cabeza de su sobrino se empuja contra los barrotes de la cuna y se filtran silenciosos gemidos.

Mierda.

Sentado, está al nivel de los ojos de Jin Ling y se encuentra cara a cara con el labio inferior tembloroso y los ojos llenos de lágrimas no derramadas.

"Shh, sh, sh, está bien, estamos bien".

Jin Ling suelta un gemido. Definitivamente no están bien.

"Lo siento", sisea suplicante mientras se pone de pie. "Lo siento, no quise asustarte, lo siento".

Toma a Jin Ling en sus brazos y toma la parte posterior de su cabeza con la mano, instándolo a que la apoye contra su hombro en un intento de transmitir cierta sensación de seguridad a pesar de que él mismo no lo había sentido hace solo unos segundos. Camina a lo largo de la habitación, rebotando y balanceándose mientras los gritos solo se hacen más fuertes.

"Lo sé, lo sé", arrulla. "Soy el peor. Un tío de mierda que ni siquiera te deja dormir".

Jin Ling está agotado, ambos lo saben. Después de que él y Lan Yuan se despertaron de sus respectivas siestas, Jiang Cheng les había dado a sus invitados un breve recorrido por Lotus Pier en el que su sobrino había tomado de la mano al joven Lan todo el tiempo. Jiang Cheng había arrojado ideas sobre qué podrían hacer la próxima semana, sugerencias de visitar la ciudad para ver a los artistas ambulantes, recoger vainas de loto y volar cometas, y cuando organizaron un plan, el sol se había puesto y Jin Ling estaba dormido sentado en el regazo de A-Yuan con la cabeza inclinada hacia atrás contra su pecho. Jiang Cheng no pensó que la postura se veía muy cómoda, pero A-Yuan se había quedado dormido con la cabeza apoyada en la de Jin Ling, así que, ¿quién era él para saberlo? Incluso con la siesta del mediodía, aparentemente los Lans todavía se duermen a las nueve en punto. Bueno, al menos los niños lo hacen.