C1: Él o La Doctrina

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Xichen espera, como lo ha hecho la mayor parte de su vida. 

El frío de la cueva es algo incómodo, pero es el silencio lo que hace que meditar sea tan difícil. A su lado, acostado boca abajo en una cama improvisada, Wangji se sacude con temblores de dolor, incluso en su estado inconsciente. Ha tratado de ignorarlo, pero cada ola saca un quejido inesperado de los labios de su hermano, y Xichen es solo un humano.

Hace tiempo que ha vendado y cuidado las extensas marcas de latigazos de la espalda de su hermano, aunque el cuenco de crema destinado a evitar las infecciones aún permanece en la cama. Ahora, lo máximo que puede hacer no es más de lo que siempre ha hecho: sostener su mano debido a los horrores que tuvo que soportar.

Xichen solamente podía imaginar el tipo de dolor que invadió a Wangji cuando Wei Wuxian murió, y solo pudo ignorar ese dolor para tener que luchar contra sus Ancianos. Si hubiera perdido a sus hermanos jurados, tal vez habría reaccionado de la misma manera, pero el hecho de que no fueron ellos y tampoco fue él, hace que Xichen simplemente no pueda entender.

Él había depositado una merecida cantidad de fe en el joven discípulo de Jiang cuando éste llegó a Cloud Recesses. Wei Wuxian era descarado y vulgar, extrovertido y sin miedo; Wangji es todo lo opuesto, menos en lo relacionado al talento. Xichen los había unido con la esperanza de que entablaran una amistad, y lo habían hecho, por un tiempo, pero los resultados... Xichen siente el peso del resultado de esas buenas intenciones tanto como sintió el dolor por sus padres. Si él no hubiera interferido, hubiera dejado a Wangji a su suerte, y tal vez nada de esto hubiera sucedido.

Pero, por otra parte, quizás Wangji nunca hubiera conocido la verdadera felicidad, y ¿quién era él para decidir cuánto valía ese precio?

Un gruñido suave es el primer indicio de que Wangji está despierto, y es seguido por el giro de su cabeza mientras trata de orientarse. Usa sus manos para intentar empujarse hacia arriba, pero Xichen está a su lado inmediatamente, deteniéndolo.

"Con cuidado"

Quita el cuenco para que no caiga de la cama, luego vuelve a acomodar a su hermano con su cabeza posicionada correctamente para que puedan mirarse el uno al otro.

El rostro de Wangji está hecho una mueca, y eso dice lo suficiente sobre su estado actual. Nunca había visto a su hermano tan pálido, lo que les da un tono fatal a las marcas rojas de latigazos. No se atreve a relacionar esa palidez con el frío de la cueva.

Ese no es un lugar para alguien lleno de vida, pero ese ya no era Wangji.

Xichen toma la mano de Wangji y la aprieta.

"Tendrás que descansar boca abajo hasta que sanen. Sé amable contigo mismo, para que no vuelvan a abrirse".

Se hermano se sobresalta de repente, levantando los hombros de la cama.

"Acabo de decirte que-"

"¿A-Yuan?"

Xichen lo mira por un momento, luego la vergüenza arde en su estómago. ¿Cómo pudo haber olvidado al niño que Wangji había jurado criar como suyo?

Trata de perdonarse a sí mismo debido al caos de las últimas semanas, los largos días de reconstrucción desesperada y las noches apresuradas tratando a los heridos antes de que se aplicara el castigo sobre Wangji, lo cual ocupa la mayor parte de su mente y su tiempo.

"Está mejor" responde Xichen con sinceridad. "Debe permanecer en el pabellón de recuperación hasta que esté lo suficientemente fuerte para irse. Él te extraña".

Un poco de pazDonde viven las historias. Descúbrelo ahora