Capitulo 2 El otro lado de la historia (El)

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Mi nombre es...
Pero, antes de hablarles sobre mí les contare sobre ella y como empezó todo:
Para mi desgracia tampoco se su nombre, aun. Solo sé que desde que la vi la primera vez sabía que tenía que volver a verla. Eran las 7:30 de la mañana y yo estaba en el metro esperando a que pasara mi tren pero ese día por azares del destino mi tren se retrasó así que estaba seguro de que no llegaría a la universidad a tiempo ese día. Yo seguía esperando cuando de repente llego otro tren y no sé si fue porque estaba tan enfocado en llegar a tiempo que no me di cuenta que ese tren no era el mío, así que me metí y tome asiento. Estaba esperando a que arrancara cuando se volvieron a abrir las puertas, en eso entro un grupo grande de personas y para mi mala suerte el vagón se llenó. Cuando ya estábamos en camino se me ocurrió voltear a la ventanilla y en eso me di cuenta que iba en una dirección totalmente opuesta hacia mi universidad, demasiado tarde, no me quedo de otra que continuar en el tren. Cuando el tren llego a una parada me baje inmediatamente y al salir de la estación me di cuenta que estaba en una parte de la ciudad en la que casi nunca había estado: la zona de ricos, empecé a caminar por todo el lugar y de repente la vi saliendo de la estación del metro era la chica más hermosa que había visto antes, se veía más chica que yo pero eso no me importo y ya que era seguro que no llegaría a la universidad decidí ver a donde iba, la seguí discretamente hasta que llego a una escuela supuse que ahí estudiaba, intente camuflajearme para intentar conversar con ella y lo logre, entre sin problemas hasta que los clásicos chicos populares y futbolistas me descubrieron me obstruyeron el paso y estaban dispuestos a echarme, yo les conté mis intenciones y que solo quería hablar con aquella chica que había visto en el metro pero ellos no me dejaron el paso libre, me dijeron que si le decía una sola palabra me golpearían, después me echaron de ahí y no pude saber ni el nombre de esa bella chica. Al día siguiente no sabía que hacer estaba dispuesto a olvidarlo pero había algo en su rostro que me hacía querer volver a verla. Estaba a punto de subirme a mi tren cuando un impulso me hizo dar la vuelta y tomar el tren del otro día. Llegue a la misma escuela de esa vez y para mi mala suerte los chicos que me habían echado estaban en la entrada, aun así me acerque y en cuanto esos chicos me vieron me empezaron a acorralar me advirtieron una vez más que no le podía dirigir la palabra y me empujaron hasta la puerta. No sabía que hacer de verdad quería poder verla de nuevo pero estaba claro que no lo lograría así. Entonces se me ocurrió una idea, fui a mi universidad y cuando salí en vez de tomar el tren que tomo siempre de regreso a casa decidí tomar el mismo tren de aquel día que la vi, resulto que de igual modo ese tren pasa por mi casa solo que es una ruta más larga. Me trepe al tren y tome asiento con la esperanza de encontrármela, mire la hora en mi reloj de mano y vi que eran las 6:50pm espere un poco a ver si en algún momento aparecía normalmente los que se van en metro siempre toman la misma ruta tanto de ida como de regreso así que mi plan no podía fallar. El tren avanzo, se detuvo un par de veces pero nada, llegue a mi parada a las 7:40 y ella jamás llego. No entendía porque no la vi nunca, será que ella también se equivocó de tren ese día? No lo sé pero no me quería dar por vencido, lo intente por varios días pero nada. Hasta que un día se me hizo tarde y aborde ese tren hasta las 7:30 tome mi lugar de siempre e iba a ponerme a hacer la tarea cuando de repente subí la mirada y la vi. Estaba leyendo un libro, yo estaba tan contento que no podía dejar de mirarla hasta que vi que sintió mi mirada y levanto la cabeza, en eso me puse nervioso e iba a dejar de verla pero me resistí y no deje de hacerlo, hicimos contacto visual unos segundos y luego ella regreso a su libro, después de eso estuve todo el viaje esperando el momento justo para hablare pero no sabía ni que decirle, el tiempo se me fue y llego su parada ella estaba a punto de bajarse cuando se dio la vuelta yo me quede helado así que lo único que hice fue sonreírle y despedirme con mi mano, ella no hizo nada y solo se fue. Había perdido mi oportunidad pero no iba a volver a pasar, al menos ahora podría verla en el metro todos los días en la noche. Mis padres me regañaron por llegar a casa tan tarde ese día así que tuve que inventar la excusa de que estaban arreglando las vías del tren que usualmente tomaba y que estaría tomando otro tren hasta que terminaran de arreglarlas. Al siguiente día al salir de la universidad me dirigí al metro y me la encontré de nuevo, estaba decidido a decirle algo lo que sea, pero en eso recordé lo que me dijeron aquellos chicos esa vez: no le dirijas la palabra nunca no quería que me dieran una golpiza y no quería que se enteraran de lo que estaba haciendo. Entonces se me ocurrió algo, a mí siempre me gusto escribir así que saque lápiz y papel y le escribí una carta. Y cuando estaba a punto de bajarse del metro aproveche, me levante y le entregue la carta, me puse muy nervioso y esa noche no pude dormir intentando pensar que sintió cuando la leyó. Después de eso cada noche que nos encontrábamos en el metro le daba una pequeña nota con alguna frase. Pero estaba decidido a no decir ni una palabra hasta que fuera el momento justo. Además de que sentía que el misterio de que no le hablara hacia que esto fuera más interesante. Una noche salí muy tarde de la universidad por un proyecto que tenía que terminar para fin de mes. Así que creí que ese día perdería el tren de regreso a casa, me fui corriendo y por suerte alcance a llegar al último. Cuando la vi cruzamos miradas y yo solo le sonreí, luego de un rato llego su parada y cuando estaba a punto de bajarse volteo a verme y en eso dijo "adiós" esa fue la primera vez que escuche su voz y yo no podía quedarme callado así que le dije lo mismo. Después me arrepentí porque ya había escuchado mi voz así que al siguiente día en el metro le entregue otra nota para darle suspenso, la nota decía "espero algún día poderte contar toda la historia" después de que ella la leyó se levantó y se dirigió hacia mí en eso me dijo: "cuéntamela" pero yo no quería apresurar las cosas así que le di otra nota diciéndole que todo se daba a su tiempo.

La carta del metroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora