Karamatsu Baby🍭 [Osomatsu-san]

8. Growing.

-Oigan...- el rosado llamó a sus demás hermanos quienes estaban esparcidos por la sala, mientras él terminaba de vestir a Karamatsu- ¿no creen que creció un poco?

Los demás confundidos se acercaron a los dos menores y se percataron que ese mameluco azul que llevaba puesto ahora le quedaba algo ajustado, se sorprendieron pues solo llevaban tres días de ese forma, eso de algún modo los alegro y alivio, pues Karamatsu estaba creciendo, sin embargo, no sabían cómo o el por qué.

Maldita vida y sus jodidas encrucijadas.

-Totty tiene razón, Kara-chan es más grande- afirmó en voz alta el de rojo llevando una de sus manos hacia la suave mejilla del infante quien sonrió mostrando una hilera de cuatro dientes pequeños tanto en la parte inferior como superior.

-Hum... ¿alguno de ustedes hizo algo en especial o se fijó en si paso algo en él?- interrogó el tercer hermano y los otros negaron bastante extrañados.

Rayos, sus dudas seguían sin tener respuesta y lo más molesto es que seguían reproduciéndose como bacterias. Suspiraron frustrados.

-Bien, dejemos eso, ahora lo que necesitamos es conseguirle más ropa a nii-san- informó el de rosa, asintieron y salieron de casa directo al centro.

-¿Cómo cuanto tendrá?- interrogó Osomatsu cruzado de brazos, sintiendo celos de Jyushimatsu quien tenia al de azul en brazos.

-Bueno ya tiene dientes, por lo que investigue eso pasa entre los seis y doce meses, así que yo le cálculo unos ocho, además de que ya se sienta solo y gatea- respondió Todomatsu acercándose al de amarillo para limpiarle la babita al bebé.

-Ya veo...- murmuró pensativo Choromatsu, el no había investigado y le alegraba ver que Todomatsu se tomaba bastante en serio su papel de hermano mayor.

Siguieron caminando, ignoraban a las personas que se les quedaban viendo incrédulas ante el hecho de que llevaban un bebé, pues el pueblo nini era algo conocido por esas zonas. Mientras que por otro lado Karamatsu volteaba en todas direcciones sorprendiéndose de lo que veía, señalando de vez en cuando a algún auto o persona que llamaran su atención.

Finalmente llegaron y entonces Todomatsu fue quien arrastró a todos a una de la muchas tiendas para bebés que habían.

-Tsk... no dejan de vernos- gruño por lo bajo el de morado, enseñando sus puntiagudos incisivos.

-No les prestes atención, si quieres ve junto a Jyushimatsu y entretienen a Karamatsu- dijo indiferente a su alrededor Choromatsu, estaba bastante ocupado buscando algunas prendas para su hermanito.

Ichimatsu volvió a chasquear la lengua, pero hizo caso y se dirigió a de amarillo quien trataba de que Karamatsu soltará su cabello, el infante reía bastante divertido al tener los mechones de su hermano entre sus tiernas manitas y de escucharlo quejarse con dolor.

-Crei que Kusomatsu nunca lastimaría a alguno de sus hermanos- la voz ronca del más oscuro de los seis Matsu hizo que el pequeño y Jyushimatsu desviaran su mirada hacia él.

Kara-chan soltó al de amarillo -por fin- y extendió sus brazos en dirección del amante de los gatos, este se iba a negarse, pero el quinto se lo entregó.

-Te toca cuidarlo Ichimatsu nii-san- tenia el cabello despeinado y sonreía mezclado con el dolor que había pasado anteriormente. Jyusi no le permitió hablar y se fue dejándolo con un bebé en brazos quien lo veía con sus ojitos brillando.

-De haber sabido que seria tu niñera mejor me hubiera quedado en casa- le hablo al bebé quien no desviaba su tierna mirada de él, cosa que le hizo sentir algo incómodo y muy nervioso.

No estaba acostumbrado a lidiar con niños, el aura oscura que desprendía los alejaba todo el tiempo y eso no le molestaba en absoluto, pero parecía que no importaba cuantos años tuviera esa dolorosa mierdecilla, si siempre se trataba de él, nunca se alejaba y seguiría siendo su molestia día a día. Suspiró.

-Bien, vamos a ver que escogemos y de pasó tal vez te pierda por ahí- sonrió de lado malicioso, asustando un poco al pequeño, pero no lloro y eso le agrado al de morado.

Seguía siendo su estúpido Kusomatsu.

🍼continuara.