Karamatsu Baby🍭 [Osomatsu-san]

3. Karamatsu

Todos veían asombrados e interrogantes al lindo, gordito y tierno bebé que el tercero aún tenía en brazos; Jyushimatsu fue el primero en acercarse y arrebatarlo de los brazos de su hermano de sudadera verde.

-Así que... ¿Ese bebé es Karamatsu?- Choromatsu bufó irritado, ya era la quinta jodida vez que el de rojo lo preguntaba.

-¡Que si, idiota!- gruño el tercero.

-¡Karamatsu nii-san!- sonrío más el quinto y fue correspondido por Kara bebé.

-No puedo creerlo... ¿cómo puede ser más lindo que yo?- hizo un puchero Totty.

-¿En serio te preocupa eso?- Choromatsu tenía fruncido el ceño, estaba preocupado por la situación que se había presentado- ¿no crees que hay que enfocarnos en otro asunto?- señalo al segundo hermano quien estaba jugando con el de amarillo- ¡di algo estúpido hermano mayor!

Osomatsu se encontraba observando al bebé con ternura, realmente no había tenido la oportunidad de ver a sus hermanos pequeños -uno de anhelos que tenía bien escondido en lo más profundo de su ser- y el que Kara sea el ahora menor de todos, una parte de él quiere disfrutarla. Pero la voz de su hermano lo hizo salir de su mundo rosita, lleno de pañales y cosas de bebés para centrarse en el "problema".

-¿Qué quieres que diga Choro-chan?- interrogó el mayor de todos encogiéndose de hombros- no tengo más que decir que cuidemos de nuestro hermano, papá y mamá no están en estos momentos así que todos nos tenemos que hacer cargo de él- escucho un bufido y rodó los ojos divertido- eso te incluye a ti también Ichima-chu~- sonrió como siempre mientras pasaba su dedo anular por debajo de su nariz.

-Ugh... Kusomatsu como siempre causando problemas- gruño por lo bajo el cuarto hermano. Sin embargo, sus sentimientos y pensamientos eran otros, lamentablemente -no para él- el gatito de pelaje anaranjado no se encontraba en esos momentos con ellos para que los demás se enteraran de la verdad.

Jyushimatsu ignoro el comentario del de sudadera morada y se acercó con el bebé Karamatsu en brazos hasta colocarlo extendido frente a el, ambos menores le sonrieron y en un segundo Ichimatsu se encontraba en el suelo, sonrojado, con un fino hilo de sangre bajando por su nariz y con los ojos el blanco, noqueado de tanta ternura.

Karamatsu y Jyushimatsu se quedaron en blanco por la reacción del cuarto.

🍼continuara.