15. Of feelings, shows and glow sticks.

626 99 46
                                    

–Parece que se divirtieron– sonrió con burla Osomatsu cuando la imagen de un Ichimatsu dormido y roncando con varios peluches a los lados y un Karamatsu un poco más grande dormido sobre su pecho lo recibió.

–Mm... ¿quién lo diría? Ichimatsu nii-san si que sirve para cuidar bebés– sonrió el de rosa tomando varias fotos desde todos los ángulos posibles.

–Si, debemos de reconocer que hizo un buen trabajo... y Karamatsu se ve un poco más grande– mencionó el de verde sin dejar de verlos y sonrió un poco.

El plan de Osomatsu estaba funcionando y eso hacia que la esperanza brillara cada vez más de devolver a su estado normal al de azul.

–¡Yo también quiero jugar con Karamatsu nii-san!– sonrió el de amarillo, se acercó hasta los dos hermanos que dormían y se acomodó en uno de los costados del de morado para abrazar a ambos.

–Bien, ahora, el siguiente en cuidar de Kara-chan es... ¡Choromatsu!– señaló al de verde quien asintió, no tenia como refutar a sus hermanos pues ellos todavía trabajaban mañana.

–Bien, ahora tu hermano mayor de mierda, me ayudarás con la cena– y así, tomó a Osomatsu de la sudadera y se lo llevó arrastrando hasta la cocina dejando a los menores en la sala.

[...]

Al día siguiente, Choromatsu se levantó temprano para despertar a los que debían de ir a trabajar, no quería despertar todavía a Karamatsu, sin embargo, el niño tenia otros planes, así que esta vez si desayuno con todos y se despidió de su mayores, siendo esta vez Ichimatsu el que se iba a buscar a los pequeños gatos que no había visitado en días.

–¿Aún tienes sueño, Karamatsu?– preguntó el de verde con su hermanito en brazos el cual lo abrazaba del cuello con su cabeza recostada en su hombro.

–Mm... si, pero quiero jugar con Choromatsu nii-san– hizo un pequeño puchero el de pijama azul con la cara de un lobo celeste en el medio de la camisa.

El mayor sonrió de lado y se encaminó a la habitación que los seis compartían, se hincó con cuidado cuando llego hasta el futón, acostó al pequeño tapándolo bien y alcanzándole un peluche de ranita de verde.

–Durme un poco más, yo iré a limpiar– murmuró Choromatsu acariciando una de sus mejillas, sin embargo, Kara tenia otros planes.

–Nooo, yo quiero estar con Choromatsu nii-san... ¿podrías dormir conmigo, nii-san?– interrogó tímido el de azul abrazando con más fuerza el peluche causando que el mayor se sonrojara de golpe por lo tierno que se veía.

No podía... claramente no podía decirle que no. 

–Bien– cedió el de verde acomodándose a la par del menor.

Karamatsu sonrió más y se pegó al pecho del otaku de idols abrazándolo. Se sintió tan cómodo que no tardó en sentir sus párpados pesados, bostezo y cerró los ojos dispuesto a dormir.
–Duerme bien Choromatsu nii-san... te quiero– susurró Karamatsu antes de caer por completo en el mundo de los sueños.

Choromatsu se sorprendió por lo ultimó, sus mejillas se sonrojaron más y una de sus manos se dirigió a su rostro mientras la otra acariciaba la cabeza de su hermanito, estaba totalmente avergonzado y feliz.

Yo también te quiero Karamatsu... descansa

[...]

Ya eran pasadas las tres de la tarde cuando Choromatsu se sentó finalmente después de haber terminado de lavar los trastes que había utilizado para hacer el almuerzo, ambos hermanos se había despertado desde hace bastante y el mayor con la "ayuda" de Karamatsu -pues el de verde le había dicho que arreglara sus juguetes y en vez de eso se había entretenido con ellos-, entonces terminaron y después de comer, al fin ya no tenia nada que hacer más que cuidar del pequeño, quien... extrañamente no se encontraba en donde lo había dejado, solo unos cuantos peluches se hayaban regados en el suelo de la sala.

Choromatsu se tensó y cuando iba a levantarse en busca del menor, los pasos pequeños y apresurados de un niño se escucharon desde el corredor aliviandolo un poco.

–¡Choromatsu nii-san! ¡Choromatsu nii-san!– llegó hasta el frente el pequeño Karamatsu con una sonrisa y sus bonitos ojos brillando– ¿podemos jugar con esto?– interrogó ilusionado el menor enseñándole lo que sus pequeñas manos sostenían.

El de verde bajó la mirada y se sonrojo un poquito al fijarse en los objetos había traído, volvió a ver la carita del menor y sin poder negarse a su hermanito, entonces asintió y se levantó para jugar con Karamatsu.

[...]

–¡Estamos en casa!– gritó el mayor de los seis entrando a la casa con los demás.

Sin embargo, nadie salió a recibirlos y esos les sorprendió porque ni siquiera escucharon los tiernos pasitos del bebé de esa casa ir en su dirección y recibirlos como lo había estado haciendo. Se vieron entre si confundidos y quitándose los zapatos de forma rápida comenzaron a caminar en direcciones diferentes para buscar a ambos hermanos faltantes.

Sin embargo, la adorable risa del más pequeño se hizo escuchar desde la lejanía y sin más, subieron las escaleras que daban al segundo piso para luego asomarse por la puerta de su habitación y observar como un pequeño Karamatsu tenia dos de las baritas luminosas que Choromatsu tenia para apoyar a sus idols favoritas, agitándolas y riendo mientras el de verde cantaba y bailaba al ritmo de la canción que se estaba reproduciendo.

–¡Es tu turno Karamatsu!– señaló al más pequeño y este se paró de donde estaba sentado para ahora ser Choromatsu quien lo alentaba y le gritaba que lo quería y que era su fan.

Ambos se divirtieron esa tarde, Choromatsu y Karamatsu siempre tendrían aquel recuerdo en su corazón grabado, las risas y la emoción de armar su primer show juntos y bajó la atenta mirada de cuatro espectadores más que veían con bastante cariño la escena de ambos hermanos jugando y llevándose bien.

🍼continuará.

Karamatsu Baby🍭 [Osomatsu-san]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora