Karamatsu Baby🍭 [Osomatsu-san]

11. Change.

–¿Y bien? ¿vas a decirnos por qué Karamatsu esta así de nuevo?– interrogó molesto el de verde con los brazos cruzados sobre su pecho, el de morado se encogió en su lugar chasqueando la lengua.

De verdad lo que menos quería en esos momentos era sentirse más culpable. Pero sabia perfectamente que Choromatsu no iba a dejarlo de esa forma y la sonrisa burlona del idiota de Akumatsu no ayudaba en nada.

–Ah... después de que regrese del baño, vi que Karamatsu había tomado una cosa mía, me enoje y le grite... supongo que por eso esta así– murmuró sin ver a ninguno de sus hermanos.

El tercero de los Matsuno iba a regañar y cermonear al de morado, pero solo suspiró para tranquilizarse un poco.

–Eso no se hace Ichimatsu nii-san, Karamatsu nii-san ahora es un niño– reprendió el de rosa con el ceño fruncido. 

–Que idiota, sabes, ahora que despierte va a tenerte miedo– la voz del de sudadera negra sonrió de lado con malicia– y eso no es nada bueno...–  en la forma que lo había dicho fue suficiente para alterar a los demás.

–¿Qué quieres decir Akumatsu?– fue Choromatsu el que pregunto con el ceño aún más fruncido, esto lo estaba estresando cada vez más.

El mencionado iba a responder de la forma más aterradora y horrorosa que se le ocurría, pero Kamimatsu se le adelanto adivinando sus intenciones, el de color oscuro solo bufo rodando los ojos.

–Lo que quiere decir Akumatsu es que, si llenan el pequeño corazón de Karamatsu con miedo y cosas negativas, el resultado va a ser contrario a lo que ustedes esperan– explicó el de blanco sonriendo con amabilidad– les diré algo, esto no se trata de que solo Karamatsu tiene que cambiar... piensen en eso– Kamimatsu observo al bebé que dormitaba en sus brazos y sonriendo se lo entregó al de verde quien lo recibió con facilidad y cuidado.

–Nos vemos idiotas– sonrió el demonio– recuerden que hay un límite de tiempo para todo esto, de lo contrario, será como la famosa bella durmiente y jamás despertará– advirtió con toda la intensión de asustarlos y ambos desaparecieron, dejando a los tres con las palabras en la boca.

Se vieron preocupados, sintiendo miedo por las palabras de Akumatsu e incertidumbre por las de Kamimatsu. Ichimatsu chasqueo la lengua sin quitar los ojos del suelo ¿ahora que rayos iba hacer para reparar eso?

[...]

–¡Estamos en casa~hustle!– fue el de amarillo el que anunció su llegada, detrás de él venia Osomatsu sonriendo.

–Bienvenidos Jyushimatsu nii-san, Osomatsu nii-san– saludo el de rosa con Karamatsu en brazos, quien les sonrió y extendió sus brazos en su dirección para que se acercarán, causando que ambos recién llegados se sorprendieran.

–Totty ¿por qué Karamatsu nii-san es más pequeño?– interrogó el de amarillo, tomando una de las manitas del bebé.

–Ah... eso, bueno... eso se los tiene que explicar Ichimatsu nii-san– sonrió nervioso el sexto, le entregó el bebé a Osomatsu quien no tardo en darle un beso en la mejilla a modo de saludo a Karamatsu, el río contento y quiso imitarlo solo dejando baba en la mejilla del mayor.

–Aww~ Kara-chan extraño a onii-chan ¿verdad que si?– le habló de forma melosa, ganándose más sonrisas por parte del de mameluco azul y babero blanco y los cuatro comenzaron a caminar hacia la sala, donde el de morado y verde esperaban sentados.

Cuando los cinco mayores estaban alrededor de la mesa y Karamatsu estaba sobre las piernas del de rojo, comenzaron a hablar, Choromatsu contándole todo al mayor, quien aunque no lo demostró, estaba preocupado. Lo que más lo había puesto en que pensar era eso de tener un tiempo límite para toda esa difícil situación, eso no se oía para nada alentador. 

–Bien, creo que solo tenemos que cambiar la forma en como lo hemos estado haciendo– Osomatsu observó al de azul y este también volteó hacia arriba curioso– ¿tu qué dices Karamachu~?– y el bebé no hizo más que sonreír al escuchar a su hermano mayor hablándole así.

Los demás no pudieron resistirse y sonrieron igual; definitivamente tenían que recuperar a Karamatsu.

🍼continuara.