Linda chica_KOOKGI

O5

JungKook

Salía del aula, había sido mi última clase y una compañera me había estado mirando demasiado en el transcurso de la clase.

Kwon EunBi me persiguió cuando salimos y me tomó desprevenido para invitarme un café. Yo estuve dudando y ella comenzó a hablar para evitar lo inevitable. Bien, seguía hablando con ella sin mucho interés hasta que vi a YoonGi caminar de prisa hasta que me vio y se detuvo antes de volver a emprender el camino, pero ahora en mi dirección. Oh.

Su pelo rubio estaba quebrado y le cubría un tanto los ojos. Me habrá confundido con alguien más. Aunque por dentro sabía que él me podía ver muy bien.

Llegó hasta nosotros y saludó con un hola a la chica antes de mirarme a mí y decirme con algo con los ojos que por supuesto no entendí.

- Nos vemos después, Eun. – Al menos me había salvado de EunBi. – YoonGi y yo tenemos algo pendiente.

Al vernos a los dos juntos asintió ya algo intimidada y se fue sin decir algo más.

- ¿Se te ofrece algo? – Me escuché más tajante de lo que pensaba, pero YoonGi pareció ya muy acostumbrado. Exhaló con cansancio, sin despegar sus ojos de los míos ni yo de los suyos.

- ¿Sabes dónde está TaeHyung?

Mierda. En verdad que soy distraído. ¡Solo tenía un objetivo hoy! ¡Uno solo! Y ya la he cagado totalmente.

YoonGi me miró con preocupación y despeinó un tanto su rubia cabeza.

- Te pidió ayuda ¿Cierto? – Asentí.

- A mí también. Vamos. – Me tomó del brazo para jalarme mientras el corría y yo casi me caía por empujar a los chicos en los pasillos. Abrí mis ojos ampliamente por la sorpresa de que se atreviera a tomarme por una extremidad.

- Camina más rápido, Jeon. – Dijo. Su mano seguía en mi muñeca, pero en un momento bajó hasta casi sostenernos de las manos. La gente miró a nuestro alrededor y yo inmediatamente me solté de su agarre. Lo vi y él simplemente rodó los ojos.

- Mamón. – Soltó de repente. Yo lo ignoré y seguimos andando deprisa.

Eso hasta que nuestras vistas fueron consumidas por una cruel escena, a unos treinta metros de nosotros.

Al aire libre, en unos de los jardines de la universidad se hallaban una aglomeración de unas veinte personas. Cuatro de ellos eran mis amigos.

TaeHyung, HoSeok, SeokJin y NamJoon estaban siendo golpeados por un grupo de tipos grandes, estudiantes también. Los gemidos, palabras y vociferaciones de dolor se escuchaban hasta aquí mientras estos tipos golpeaban sus estómagos y los pateaban sin piedad ni remordimiento. Mi boca se me seco y sentí un nudo en mi garganta. TaeHyung estaba protegiendo con todo su cuerpo, en el suelo, el ramo de rosas que había traído para declararle su amor a HoSeok, habían perdido todas sus fuerzas y todos se hallaban en el suelo, con sus labios rotos y sus esperanzas rotas pedazo a pedazo. Ira brotó de mi ser y más al ver a las mujeres expectantes riendo, insultándolos de igual manera o simplemente riendo por los hechos. La mayoría los ignoraba al pasar, como si fuera tan normal, tan correctamente ético.

¡Hijos de puta! ¡Son todos unos hijos de su puta madre!

Mi pecho se encogió al ver ya unas buenas manchas de líquido carmesí en el rostro de mis cuatro amigos, incluso en la camiseta color pastel de HoSeok, y en la polera de SeokJin. Sin poder contenerlo, mis ojos soltaron perlas cristalinas que hacían una imagen borrosa de aquel acto frente a mis ojos, lo cual en ese momento agradecía, más aún podía escuchar las burlas y gemidos de mis hermanos, rechine los dientes, obviamente disponiéndome a correr como desquiciado a romperle las costillas al primer hijo de puta que me encontrara, sí, de esos que se hallaban pegando, burlando e ignorando a mis amigos.