18

308 56 7
                                    






YoonGi

—Que mi espíritu te acompañe. —Mencioné algo así antes de que finalmente HoSeok se fuese.

Hice un ademán extraño que yo mismo no entendí mucho, pero HoSeok se detuvo en su huida a clases.

—¿Tu espíritu? —Preguntó obtuso.

—Si, los otros espíritus son muy pacifistas, al menos por lo que dicen los mitos, si te acompañara el mío, sería como tener a un guardaespaldas personal, ¿Bien? —Asintió ante lo que dije, aunque era pura estupidez honestamente, solo él y yo notábamos lo algo ansiosos que nos encontrábamos. Él por su primer día después del incidente y yo por el primer día de mi amigo... después del incidente. Nada demasiado diferente.

—Supongo que si... ¿Quieres acompañarme? —Me miró como no queriendo sonar tan preocupado, y en mi mente reflexioné que era la mejor idea después de todo, yo era un tipo problema que a muchos daba miedo, al menos la gente que me había visto molesto no había decidido meterse una segunda vez conmigo, así que me dije que era mejor ahuyentar a los lobos que enfrentarme después.

—Vamos.

Caminamos y algunos nos miraban de soslayo, un tipo nos miró sin nada de inhibiciones cubriendo sus estúpidos ojos, pero me seguí derecho con HoSeok, porque no quería crear una discusión, al mismo tiempo que veía mi reloj y notaba lo tarde que era.

Llegamos a su aula y me quedé un rato más con él, hasta que finalmente llegó la mayor parte del alumnado y supuse que el profesor estaría por llegar. Me fui mirando el suelo, blanco. Hubiera quedado más cool de un azul eléctrico.

Salí del edificio y caminé unos metros más hasta llegar al que me correspondía a mí. Había un hombre fortachón en la entrada, parecía que era policía, ¿Cuántos kilos podrá aguantar? En un arranque de flojera decidí qué, si me volviera rico, algo difícil, pero no imposible, le pagaría a ese hombre por subirme cargando hasta mis clases en los pisos más altos. En verdad que daba pereza ver todos esos escalones una vez llegabas.

La maestra MinYoung podía ser la profesora más buena que hubiese conocido, pero también la más mala. Así que cuando empezó su clase guardé el pedazo de empanada que me quedaba.

Impartió su clase y todos escuchamos atentamente, bueno casi todos, mi compañero a dos asientos parecía hacer garabatos en su libreta, y yo era del tipo de chicos que ese tipo de actividades podía relajarles, incluso hacer que me concentrara más en la clase; saqué un bolígrafo verde y empecé con mi pequeña dinámica creativa.

Cuando la maestra finalmente decidió dejar que procesáramos la información, el clásico sonido electrónico de un videojuego irrumpió el silencio. Supe que alguien no se las vería bien con la maestra Park cuando vi su árida mirada estrangulando a todos.

—¿Quién está jugando con su teléfono? —Hasta yo sentí pena por el chico o chica que fuese culpable del talante de la profesora en ese momento.

—Fue YoonGi, profesora. —Todos giraron a verme y la profesora no fue la más disimulada en torno a mostrar su disgusto hacia mí. Yo mientras abrí los ojos hacia la voz femenina con obvio desconcierto.

Era una chica reservada, no hablaba con casi nadie y siempre llevaba ropa verde aceituna y negra, era casi tan pálida como yo y su pelo no era nada extraordinario como para mencionarlo, siempre la veías escribiendo en su libreta, lo juro, la mayor parte del curso y fuera de él, la vi escribiendo en una libreta, no sé si copiaba la biblia o el mismo Código da Vinci, pero era insufrible la forma y el tiempo que se la pasaba escribiendo.

Linda chica_KOOKGIWhere stories live. Discover now