•Fandom: Tian Guan Ci Fu
•Advertencias: Menciones al pasado de Hua Cheng (abuso infantil/muerte de personaje)
•Etiquetas: Pre-canon, Canon complant, Hurt/confort, Día 1: Tomarse de las manos.
•Palabras: 1,067
•Sinopsis:Huā Chéng recuerda la primera vez que el Príncipe heredero tomó su mano, salvándolo del abismo.
O, recuentos de la memoria de Hong Hong-Er hasta Huā Chéng, por sus manos.
Hua Cheng recuerda vagamente ciertos momentos de su vida humana. La mayor parte de ellos desea enterrarlos bajo una montaña y no volver a tocarlos nunca más, solo le recuerdan aquella época en dónde fue débil, ingenuo e inútil. Dónde no fue honrado ni por un verdadero nombre, donde aquel hombre al que se le obligó a llamar "Padre" tomó su mano por la fuerza y la apretó hasta casi romper sus pequeños huesos, llamándolo una y otra vez "¡Maldito demonio rojo!".
Aún así, de entre esos momentos, recuerda pequeños destellos de luz, cuando su madre aún estaba viva, ella lo sentó en su regazo gentilmente, dando pequeños besos en sus dedos mientras le hacía cosquillas, susurrando "Hong Hong-Er es tan pequeño, mamá podría comerse de un bocado estas manitas" mientras reía con dulzura.
Hong Hong-Er soltó su mano cuando ella se fue, arrastrada por las desgracias que lo acompañaba como una sombra que rasga cada paso que da. Con sus pequeñas manos limpia su propia sangre tras recibir golpes de disciplina, luto, rabia o lo que sea que haya sentido aquel hombre al levantar el puño. En ese entonces no le importaba el motivo, solo sabía que era culpa suya por cargar con la desgracia, por ser un demonio horrible y desagradable que había nacido maldito y moriría maldito.
Con esas manos, aprendió a vendar sus heridas y ocultar su asqueroso rostro.
Esas mismas manos tiemblan cuando se aferra al barandal, el día es soleado y la gente aclama, pero su vista es nublada tenuemente; esas manos resbalan y él cae sellando su destino.
No esperaba ser atrapado por un ser celestial bajado del cielo que le sonríe cálidamente. Sus manos están sucias, todo su ser lo está, tanto en cuerpo como en corazón. Ha caído al abismo y fue atrapado por un Dios misericordioso, tomando sus manos y mostrándole el paraíso con una sola mirada.
Recuerda aferrarse a él cuando cada músculo arde y el trote de los caballos se hacen eternos, cuando aquella deidad terrenal lo salva otra vez de su terrible destino.
Recuerda esa calidez que lo envuelve una vez más, diciéndole con tanta sinceridad "Yo te creo, no es tu culpa" por primera vez. Su corazón se sentía tan roto y a la vez tan lleno de agradecimiento y paz como nunca.
Ese pequeño cultiva pequeñas flores blancas, cuando acaricia sus pétalos, vuelve a soñar con la calidez del toque del Príncipe heredero, recordando la sensación de su tersa piel.
En su corazón se siembra el anhelo, y florece junto a la primavera. Busca refugio de la tempestad y la maldad bajo la figura de su dios, después de mucho tiempo, se vuelve a sentir seguro.
Las manos de piedra de la deidad son frías, pero llenarlas con las flores que el Dios merece hace calentar su pecho.
Con sus manos, toma una espada, más pesada que la sombrilla que lo protege de la lluvia, mucho más ligera que la lealtad y devoción que florece sin control.
Aprieta los puños para contener la rabia al no poder proteger a la persona que le ha dado una razón de ser, sus dientes chillan y sus ojos amenazan a humedecer. Una ola de pudor y extraño sentir lo atacan como un tifón cuando tierna piel rosa sus dedos, un fino cabello es atado en uno de ellos, pero siente que se ha clavado en su corazón para siempre.
Mirando sus manos, tomando su espada, lo único que puede hacer es seguir luchando.
Sus sentidos se desvanecen con el último aliento de su vida, no puede llorar, no puede hablar. No tiene nada que ofrecer, no tiene ni siquiera un cuerpo que dar, por más que desee extender sus manos para alcanzarlo, no hay nada que pueda tocar, aún así puede sentir la desesperación que invade su alma y quema profundamente, arde y convierte en cenizas todo a su alrededor para callar en sus oídos los gritos agónicos de su razón de ser.
La flor es destrozada, aún así, después de la tormenta, todo vuelve a florecer.
Renace y todo su cuerpo se siente helado, sin embargo sus manos nunca olvidaron el calor.
Las almas danzan en una frenética balada. El demonio vestido de blanco se ha ido, él ahora puede ver cómo por primera vez, son las manos de su salvador que se extienden hacia él, es esa voz quien lo llama con desesperación.
Y aunque por más que quiera no puede alcanzarlo, la próxima vez definitivamente lo hará. Solo espera un poco más. Un fantasma sin nombre se despide, pero el amor no se desvanece en absoluto, ya ha dejado raíces, y en la siguiente primavera volverá a florecer.
Ya sean cien, trescientos u ochocientos años después, no se marchitará.
En una reunión sin igual, los lobos aullan a la luna y el viento hace crujir los helechos en un cántico infernal, el rojo ha consumido la noche en una lluvia sangrienta; el fiel devoto extiende su mano, y esta vez su ser más amado la toma, casi como una segunda naturaleza, encaja perfectamente con la suya. Hua Cheng sonríe, su corazón aún lo recuerda, pese al tiempo, vida o muerte, como si fuera la primera vez.
.
-¿Santuario Puji? ¿A quién está dedicado?
Xie Lian muerde su labio disimuladamente, sus hombros se tensaron un poco y su expresión se vuelve complicada casi por un segundo. Nada pasa desapercibido ante los ojos del Rey Demonio.
-El Príncipe heredero de XianLe -pronuncia con desgano -. Probablemente no lo conozcas.
Hay una espina que se clava en su pecho, pero aún siente la suavidad de los pétalos en su corazón. Sonríe, teniendo clara la respuesta.
Él jamás negará su devoción.
Antes de poder responder, la carreta salta y pierde brevemente el equilibrio, los reflejos del dios marcial rebasan los suyos y una mano atrapa la suya.
Las espinas se clavan en su mente; este fiel devoto ha dejado que su dios sufra penumbras, hambruna y desolación, mirándole a los ojos, es incapaz de ocultar la culpa que lo atormenta... es incapaz de ocultar el amor incondicional que lo une a la tierra y se aferra a ella como las raíces de su ser.
Aparta su mano, pero la calidez queda ahí. Tatuada bajo su piel, corre por su sangre y se aferra a su alma.
Esas cálidas manos, nuevamente se extienden hacia él, como una anhelada salvación
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Notas:
Bueno, quiero hacer una serie de drabbles/One Shots cortos, combinando una lista de temas para el #30DíasdeOTP, pero con TGCF.
No será diario, sino como salgan. Amo TGCF, espero poder completar esta serie este año❤️ (si, solo a eso aspiro)
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• No te olvidaré •【MXTX One Shots】
FanfictionColección de One Shots basados en las novelas de Mòxiāng Tóngxiù. ➜魔道 祖师 - 墨 香 铜臭 | Módào Zǔshī [MDZS] | WangXian | ZhuiYi | YuJin... ➜天 官 赐福 - 墨 香 铜臭 | Tiān Guān Cì Fú [TGCF] | HuaLian | FengLian ➜人渣 反派 自救 系统 - 墨 香 铜臭 | Sistema de Autosalvaci...