•Fandom: Sistema de autosalvacion del villano escoria •Advertencias: Narrador poco confiable. •Etiquetas: After Ending, Confusión, pérdida de memoria, reencuentros. •Palabras: 1,514 •Sinopsis: Cuando Shen Yuan despierta, siente que algo va mal. No hay razón, todo está como debería: su cama, su escritorio, su lista de quehaceres, su acomodada casa... Todo era normal. Pero esa sensación no se desvanecía.
O, Shen Qingqiu está en su propio mundo.
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Lentamente abre los ojos, sus párpados se sienten pesados, renuentes a darle paso a la luz. Sus ojos se sienten tan secos como hojas en otoño, su vista difusa apenas puede concebir los colores de alrededor como acuarelas en un lienzo tenue. Su cuerpo se siente extraño, fuera de lugar.
Una vez que se incorpora, sus hombros se tensan y su piel se eriza, un escalofrío recorre su espalda, era como si algo no estuviera bien, en el suelo, la alfombra es mullida y cosquillea bajo sus dedos. Es un sentimiento extrañamente entrañable.
Shen Yuan camina, siguiendo sus pasos por inercia, como si su cuerpo y mente no necesitasen coincidir para llegar a su destino. Al alzar su vista, puede ver su reflejo en el espejo del baño. No es un reflejo opaco en un espejo de bronce, es un espejo claro y cristalino.
Shen Yuan mira su reflejo durante un tiempo indefinido, desde el contorno rojo de sus ojos, la forma de sus mejillas hasta la curva respingada de su nariz… Sabe que es él, pero a la vez puede estar mirando la cara de un completo extraño.
Se siente cansado, realmente cansado, ¿cuánto tiempo ha dormido? Todos los músculos de su cuerpo se sienten exhaustos, si tan solo se estira un poco, está seguro de poder oír todos sus huesos crujir al unísono. Siente sus extremidades sin fuerza y columna rígida.
¿Qué día es hoy? ¿Por qué ha dormido tanto? ¿Cómo es que llegó a su cama para empezar?
Las preguntas se acumulan como granos de arena en el reloj, saturando su aturdida mente. Alza nuevamente su mirada, sus ojos son grises y no entiende por qué repentinamente siente que no deberían tener ese color, como si se hubiera acostumbrado a ver otro color… lo cual era ridículo. Era un hombre chino promedio, ¿por qué tendría ojos de otro color?
Shen Yuan sacude la cabeza y vuelve sobre sus pasos para colapsar sobre su cama. Es suave, pero firme, el tacto sobre sus sábanas es fresco pese a que ha dejado parte de su calor corporal antes. Esta era su habitación, cerca de ahí estaba su escritorio, computadora, y notas pegadas en la pared al azar, si miraba a la pared contraria, encontraría su armario y la puerta hacia el baño, luego estaba aquel estante, lleno de libros de texto que leyó para los exámenes finales del semestre pasado en la universidad, y más arriba las novelas que había comprado antes, adornadas con las figuras de acción y otras mercancías no muy baratas que digamos.
