★Fandom: Mo Dao Zu Shi. •Advertencias: Ninguna. •Etiquetas: Canon Divergence, inicio diferente, habilidades extracorporeas. •Palabra: 807 •Relación: Wei WuXian/Lan WangJi
•Sinopsis:
Wei Wuxian tiene una habilidad peculiar.
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★★★
Wei WuXian tiene una habilidad única. La ha tenido desde que tiene memoria. No obstante, el recuerdo más marcado que tiene debido a esa habilidad no es bonito.
Desde que tiene memoria, cada cierto tiempo, soñaba que salía de su cuerpo. Podía verse a sí mismo dormir y caminar por los alrededores.
Muchas veces estos fueron sueños un poco aburridos, hasta que descubrió que podía ir muy lejos e incluso podía ver lugares a los que aún no había llegado viajando con sus padres.
También aprendió por las malas que los animales y criaturas podían verlo en esos sueños, aunque ni una sola otra persona pudiera.
Wei WuXian comprendió que no se trataba solo de sueños cuando se despertó de la pesadilla, esa vez había buscando a sus padres para confirmar que solo había sido un mal sueño, pero ellos no volvieron nunca más a su lado. En el fondo, Wei WuXian sabía que lo que había visto era real, aunque quiso negarlo una y otra vez.
Rápidamente aprendió a aceptar esa habilidad, más que nada por supervivencia. Podía vigilar su propio cuerpo por las noches, asegurarse de que nadie le robara y a veces lo ayudaba a buscar refugios cercanos o comida que podría ir a buscar con su propio cuerpo al siguiente día. Cuando vivió en las calles, prácticamente lo hacía todas las noches, pese a que después se sintiera un poco más cansado durante el día.
Cuando Jiang FengMian lo llevó al muelle de loto, las primeras noches sucedía lo mismo. Pudo ver en medio de su recorrido cómo Jiang Cheng lloraba por sus perros, cómo sus nuevos tutores peleaban constantemente. Wei WuXian realmente no quería ver ese tipo de cosas, por lo que generalmente pasaba las noches mirando el lago.
A medida de que el tiempo pasaba, esos paseos de su yo onírico se fueron haciendo menos frecuentes. Solían ocurrir espontáneamente o cuando algo malo ocurría a su alrededor. Con los años, aprendió a manejarlo.
Para cuando cumplió quince, soñaba casi a voluntad. Ese era su secreto.
Bueno, alguna vez de niños se lo contó a Jiang Cheng, pero él no le creyó de todos modos, así que Wei WuXian lo dejó pasar.
Entonces, llegó su año de estudios en el receso de las nubes.
—El toque de queda es a las nueve —le había dicho una voz, sobresaltándolo.
Wei WuXian había querido salir a planificar cómo serían sus futuros escapes nocturnos, quería aprovechar su habilidad para que sus planes fueran perfectos.
Jamás esperó que alguien lo descubriera, es decir, no estaba seguro de cómo es que esa persona podía verlo.
Wei WuXian rió con nerviosismo.
—Oh, mira, en realidad estoy dentro, así que no aplica el toque de queda —ofreció en un tono juguetón, con la esperanza de que quizá el otro esté hablando solo y no pudiera escucharlo.
Sin embargo, el joven Lan subió a la pared frente a él. Tenía una mirada seria bajo la luz de la luna, esos ojos dorados eran un poco impresionantes.
—Debes acompañarme para que te asignen tu castigo —lo miraba directamente a los ojos.
Bien, entonces le hablaba a él, podía verlo.
Esto es extraño. Nadie en todos esos años que vagaba como un fantasma de los sueños lo había visto, incluso cuando Wei WuXian hubiera querido que lo hicieran. Y ahora que lo que menos quería era ser descubierto… bueno, la vida siempre fue así de juguetona.
Solo le quedaba reír.
—Bueno, no pienso ir a ningún lado, no he hecho nada malo —sonrió Wei WuXian con mucha confianza en sí mismo.
La hermosa cara de ese discípulo Lan se tensó, como si luchara por no fruncir el ceño. Lindo, tenía su propio encanto.
—Acompáñame —fue entonces cuando el otro extendió una mano hacia su muñeca.
Como un acto reflejo, Wei WuXian hizo el ademán de alejarse, pero fue muy lento.
Vaya… este chico podía tocarlo. O eso pensó por un segundo. Tras lo que parecía una perturbación momentánea del universo, la mano pasó de largo y tocó a la nada. Wei WuXian sintió una extraña sensación recorrerle el cuerpo. No este, sino su verdadero cuerpo.
—¿Qué-?
—Oh, oh… —murmuró para sí mismo, viendo su propio cuerpo comenzar a desvanecerse.
No fue una sensación agradable, pero al menos pudo ver la cara perturbada de ese joven Lan antes de desaparecer.
Al día siguiente, Wei WuXian se enteró que aquel joven maestro no era otro que el Segundo Jade Lan. Cuando se vieron por la mañana, Lan WangJi lo miró con una cara de consternación pero no dijo nada.
Wei WuXian sonrió a consciencia.
Después de todo, quizá su estadía en el Receso de las Nubes podría ser divertida. Podía jugar con ese Joven Maestro y él jamás podría encontrar pruebas en su contra.
Contra todo pronóstico ese iba a ser un año entretenido.
