Es mi quinta noche sin poder conciliar el sueño, En mi delirio te veo y eso me hace sentir más dolido, De pensarle hasta las tantas, me hace sentir que de mis noches se adueñó, ¡Mírame a los ojos! En mis ojeras llevo tu nombre y apellido.
Comienzo a pensar que una pesadilla sería mejor que este insomnio, En una noche tan congelante que no me calentaría ni aunque me poseyera un demonio, ¿Por qué tú pupila por las noches me vigila? Quizá mi alma me reprocha el no tenerte, ¡No estoy llorando! Es el grito de mis ojos por no poder volver a verte.
Es tan ardua la noche así que decido irme a enjuagar el rostro con mis lágrimas, pensando en un "tal vez", Abrí el lavamanos y vi tu reflejo en el espejo diciendo "me das lástima". Eufórico le grité mientras lo rompía en mil pedazos ¡Tú ausencia es la que me lastima! Seguí enjuagando mis nudillos ensangrentados, pensando que así podría borrar de mis manos tu tez.
Boté los vidrios a la basura antes de que mi mente juegue y piense en un "autoencaje" Me alejo del contenedor y le pido a Dios que me relaje, Pero Dios no atiende seres que no tienen alma, ésta huyó de mi, quizás se fue de viaje, No es que esté muerto, es que mi alma piensa en un reciclaje.
Más tranquilo a mi cama regreso, como un preso a su celda, Así espero tu regreso como la noche al día regresa, Yo que esperaba contigo casarme, pero fue preso de mi propia presa, Me acerco a mi ventana y veo mi jardín, recordando el florecer de nuestro amor hasta que lo acabó la maleza.
Allá al horizonte el primer rayo de luz acabando con esta oscuridad insana, Así se concreta otro día más pegado a la ventana, Me recuesto con los ojos derretidos sobre mi sábana. Aunque mi vida sigue siendo de noche, espero que cumplas tu promesa de regresar por la mañana.
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Espero disculpen desacostumbrarles a su poema los domingos, pero este es sin más un poema de deshaogo personal.
