Lejos de iniciar pero más cerca del apocalipsis, Mi bolsa sin nada de valores pero mi vida está en crisis, Observo el mundo que se pausa como una alarma por la mañana, Y veo a mi alrededor como todo se cae mirándolo por la ventana.
De ver todo claro ahora mi cielo se ha nublado, Hoy los pájaros que son tan mañaneros está madrugada no han cantado, Son señales que la biblia y científicos ha la humanidad han dado, El fin de mi mundo se acerca y todo comenzó cuando lo nuestro había acabado.
Mi inicio apocalíptico fue al escuchar tus palabras ficticias, No sé si la profecía climática sería real pero tú eres tan fría como la ciencia, Encendí el televisor de mi mente y todo está en alerta, Mi mente en caos viendo como los muertos recuerdos reviven para devorar mi cabeza.
Ahora quizá todo comenzó como el fin de los dinosaurios, Tus palabras fueron piedras en llamas hacia mi alma de adversario, No me compadece si piensas que soy apedreado como un mendigo al hacer relajo, Nuestra relación fue como un meteorito iniciando desde arriba pero cayó profundamente bajo.
Quizá la ciencia tenga algo de verdad y certeza, No eres alguna peste pero en mi memoria tu dulce aroma apesta, Ó quizá fue tú creación quien hizo que me costará respirar cuando mi mente te piensa, Los peores finales son los que se crean con la cabeza.
No creía en algún nuevo momento glaciar para mí mente, Pero congelaste mi alma y ahora en mi cerebro nieva, Sin embargo alguna vez fuiste esa bonita primavera, Pero tú bipolaridad fue ese cambio climático que hizo arder de dolor cuando te dije "detente".
Fue un dolor que me ha carcomido como el infierno, Pero nuestro final bíblico tampoco está tan alejado del averno, Te enojaste tanto que tus gritos de irá hicieron abrir el cielo, Aquel lugar hermoso dónde algún día imaginamos estar como anhelo.
Escuché trompetas que desde el cielo provenían, Al parecer Dios escucho y tú deseo de arruinar todo cumpliría, Bajo él y viéndonos desde arriba a gritos nos decía, "Si van a acabar háganlo bien y no sean niños", repetía.
Bajaron cuatro jinetes y ya sabía a lo que me expondría, Tú estabas montada en algún caballo como yo ya intuía, Primeramente descendió uno el cual dejo en hambruna hasta lo que en ti parecía sabroso, No hablo de las ganas de algún antojo, pero devoró el deseo de comer tus labios rojos.
Posteriormente llegó algo más sanguinario y con más enojó, Era la guerra quien se postraba ante mis anonadados ojos, No podía dormir porqué no tenía tregua ni en mis sueños por todo lo que llegue a pensar, Y al despertar era un día más de peleas dónde dije "mejor seguir durmiendo sin despertar".
Antes de poder siquiera pedir clemencia ante tremendo maltrato, Bajaste tu galopando de inmediato y con exigencia, Ante mí ser eras la muerte encarnada en presencia, Pues mataste hasta lo que me encantaba de ti sin siquiera discutir un trato.
Ante tremenda paliza, golpiza y mis ojos llorosos ahogándose en cenizas, Todo estaba acabado,nuestro amor estaba más que hecho trizas, Pero bajo algún caballo blanco y la calma me dió imprevista, Eras tú en tu mejor versión a simplemente vista.
Quizá de tanto palo ya estaba alucinando, Pues no observé o alcancé a contemplar que era lo que estaba pasando, Ese caballo demostraba la esperanza y un sendero sin desastre, Pues recordé al instante: no puedes odiar lo que más amaste.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
