El rincón de las musas.

Pidiéndote soledad...me quedé solo.

Déjame solo, déjame con esta cruz y la agonía,
Huye de aquí, piérdete en aquél bosque de las fantasías,
A ver si la casualidad hace reencontrarnos algún día,
Así abrirnos un cuento de hadas, a ver si esa ficción me cumple en volver a hacerte mía.

Quizá eras la respuesta que mi cabeza se ha preguntado,
O eres la dislocación que a mi cuerpo ha desarmado,
Eres el argumento que en las noches me sigo cuestionando,
¿Será que acaso me veo más completo estando despellejado...?

¿Qué hace esta cabeza diciendo "si no puedes con ella, mejor que se vaya"?
Pero mi corazón se aferra a tu recuerdo como a la botella,
¿Qué hago yo si mi mente nunca se calla?,
Prefiero pedir a tu desprecio tregua que perder la batalla.

Después de tanto insomnio por fin pude soñarte aquella noche triste,
En ese sueño te busqué y para ti mis problemas parecían un chiste,
Quizás soy tu bufón y tú la Reina que al ver mi sufrimiento solo te reíste,
Me siento tan frío que ya no entro ni en calor ni cuando te desvistes.

Me hiciste sentir como un suicida antes del acto,
Pues tus mentiras fueron el tenedor y tu desprecio el contacto,
Iba a ahogarme en el mar con el peso que por ti cargo,
Pero preferí ahogarme en la bebida y tragos amargos.

Pensaba que estaba listo para perderte algun día,
Pero tu ausencia me gana y hace que salga a buscarte enseguida,
No sé si podremos sanar completamente las heridas,
Pero la cura para las mías se encontraba en tu voz sanadora y tú saliva.

Y esa última noche todo sentimiento y emoción huyó,
Intenté gritarte pero seguiste corriendo haciéndote la que nada oyó,
Mi último recuerdo de ti fue diciendo, eres mi mayor decepción,
Olvidas que yo también confiaba en ti pero la intuición me falló.

Y al final me quedé como quise, completamente solo, aunque sabía que al final lo único que quedaría de los dos, sería yo.

PhD