Mientras te escribía por la madrugada, entendí que eras mi serendipia. "¿Que es la serendipia para ti?". Preguntaba mi subconsciente mientras sobre nosotros en un folio plasmaba, Quise quitarte el anillo que te prometí, pero en mi alma ya hasta me comprometí, Ahí entendí qué mi serendipia era que, a pesar de ya no haberte buscado, nuestras almas cada noche se encontraban.
Recordé el escribir un cuento donde tú fueras el personaje principal, Pero incluso en la ficción te volví a sentir tan real, Entonces en mi inconsciente pase de ser el escritor a ser al que escriben, Puesto que en ese relato estaba tan encarnado en ti que paso de ser yo quien la escribía a redactarla esa parte de ti que conmigo se quedó.
Mientras escribía mi relato sobre todas esas mitologías e historias sobre el amor, Recordé que existe una historia sobre un hilo con el rojo de color, Está diciendo que el mismo nos iba a llevar a volvernos a mirar, Pero en este punto no sé a qué favor le voy a dar, sí a lo que busco o a lo que el universo me quiere de ti enseñar.
¿Porque tienes que irte así como si nada? Siento que dejaste mi mente como un block sin tinta, Será que tus palabras indirectamente me hacían sentir que te volvías distinta, Aunque no pueda expresar contigo lo que siento a palabras, mi alma por ti hasta un olió pinta.
Quizá las decisiones tomadas fue por el sentir que el tiempo se nos agota, Por sentir que nuestra relación es terminal y solo nos define si muere o se salva un cuentagotas, Aun así, el "tick tack" regresaría, aunque me cueste el ser un alma en pena, Pero si eso no funciona, habrá que darle vuelta al reloj de arena.
Quizá la noche me vuelve más gélido y frío, Si el único sonido que escucho por fuera es el vacío, El hecho no es el miedo de pensar en quedarme solo y te lo digo, No es el estar sin nadie, es el no estar contigo.
Y si decides marcharte sin nada más hablar, Hazlo rápido y no me cuentes nada más, Recuerda que el que mucho se despide es porque poco se quiere largar, Por eso siempre que me querías ir yo te lo decía porque verdaderamente me quería quedar.
Sé que jamás amare a alguien como te he amado a ti, Esa intensidad que hasta te jure rencarnar junto a ti, "Volver a buscarte otra vida porque está no es suficiente", exclamó Shakespeare, Yo siguiendo su ejemplo para confirmarte que mi alma te seguirá buscando hasta morir.
Aunque me sabe más agrio de lo que debería amargar, La dulzura se escapó tras el marco de aquella puerta y el no volver le escuché gritar, Tan grande fue el impacto de tus ondas sonoras que en mi cabeza que el palacio nuestro se desbordó en mi faceta mental, Parecía un estruendo de cañones disparando el recuerdo de nuestro castillo real.
Estoy a punto de esto acabar, pero no sé cómo terminarlo, Nunca quise guardarte nada y ahora no sé qué decir, Quizá habré fallado tanto en la relación que ahora no me quiero rendir, Nunca quise mi corazón guardar y ahora tengo miedo de ocultarlo.
Volviendo al inicio de esta paradoja, Dónde cuento mi doble faceta, no sé cuál de ambas escogerías, Se que está relación no es de solo hierbas y rosas, Pero al final quiero un jardín donde al final estés tu haciéndome sentir en mi vientre mariposas
Espero volverte a encontrar cuando no busque nada y quiera todo, que seas como esa lotería que le cae al embargado, esa luz de esperanza al suicida, ese abrazo al desolado. Que seas mi casualidad más bendita.
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