Capítulo 6 - El roce hace el cariño... O una irritación

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PERCY

Antes de salir hacia el instituto, Emma desaparece por unos segundos para ir al baño. La espero sentado en el sofá. Poco después oigo unos pasos en la escalera y me giro. En cuanto la veo, frunzo el ceño.

Te van a salir arrugas de tanto hacerlo.

No quito el gesto, solo lo relajo para que Emma no me preste atención. Ha pisado el último escalón con la cabeza gacha y el rostro serio. No digo nada pero sé que sabe que su expresión no me ha pasado desapercibida porque aprieta el paso hasta el vehículo sin mirarme. La sigo en silencio.

Una vez en el coche, arranco el motor y ella desvía la mirada al cristal de su ventanilla. El viaje está resultando tediosamente silencioso y tenso. Puedo notar cómo Emma aparta la mirada cada vez que mis ojos hacen un amago de encontrarse con los suyos. A saber qué narices está pasando por su cabeza. La siento tensa. Lo sé por la forma en la que cierra los puños sobre sus rodillas. Si solo estuviera nerviosa, estaría jugando con ellos como siempre hace.

La conoces más de lo que deberías.

Me mantengo en silencio hasta que no lo aguanto más.

- ¿Se puede saber qué te pasa?- Espeto de mal humor.

- Nada.

- "Nada".- Enarco una ceja y la miro.

- Ojos en la carretera.

Bufo y hago lo que me dice, solo porque no quiero tener un puto accidente.

- Emma...- Rueda los ojos exageradamente y aprieto el volante con fuerza.

Mantén la calma.

Lo repito internamente varias veces para no estallar. Cuando se pone en ese plan es insoportable.

Decido no abrir la boca más. No sé qué va a salir de ella si sigue portándose así.

Pasamos por una tienda para comprar un cargador para mi móvil antes de ir al instituto. Emma me espera en silencio en el coche hasta que vuelvo. Arranco el motor otra vez y ella sigue sin abrir la boca. Cuando llegamos al aparcamiento del MASS, coge sus cosas corriendo y se esfuma delante de mis narices sin decir palabra. Salgo detrás de ella, cerrando de un portazo el coche.

Una patada en el culo me hubiera sentado mejor.

Empiezo a caminar hacia la entrada. La gente se aparta a mi paso, creo que por la cara de mala leche que llevo pintada. Tengo un mal humor del demonio, que no hace más que empeorar cuando atravieso el pasillo principal con la mirada.

Apoyada en su taquilla, está Emma, con una estúpida sonrisa, sujetando algunos libros contra su pecho y a su lado, el gilipollas de Scott con la cara hecha un cuadro y sonrisa de imbécil.

Por una parte estoy cabreado. Por otra, ver el careto morado de Scott me "anima". Sé que no debería, pero lo hace.

Cuando paso por su lado, se aparta de Emma de golpe al verme. Esta última pone mala cara.

Ahora verás, lista.

- Hombre, ¿Qué tal estás Scottie?- Digo amistosamente dándole una palmadita en la espalda al sujeto en cuestión con una sonrisa de amabilidad más falsa que Judas.

Emma se me queda mirando en plan "Wtf " y yo solo le sonrío. Me fulmina con la mirada pero no me borra la sonrisa, me la agranda.

- ¿No llegas tarde Percy?- Dice dejando sus cosas en la taquilla bruscamente y cruzándose de brazos, mientras me penetra con sus ojos negros.

- Tienes toda la razón, Emma. Ahora que recuerdo,- Me rasco la cabeza sarcásticamente y sonrío aún más.- tú también tienes hoy deporte a primera.- Vale, me quiere matar solo con una mirada.- ¿Por qué no vamos todos juntos?- Pregunto mientras que paso un brazo por encima del hombro de Scott, presionando un poquito más la tensión del ambiente.

Arder juntos -|En Pausa|-    (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora