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De pronto un sonido de metal contra metal sonó, se quedo en silencio y las puertas fueron abiertas.Entraron muchas personas vestidos de negro, todos miraban sin entender y el miraba con mucho temor, eran los mismos que Alec decía, ¿por qué lo encontraban donde sea que estuviera?. Solo que uno no tenía un tatuaje.
Se safo del agarre de Camille y se metió debajo del pupitre más cercano, agarro un bolso y la puso cerca de su cara.
El grupo de personas se adentraron al salón, los demás no parecían verlos por que observaban hacia la puerta y no a los jóvenes.
Magnus siguió con la vista al hombre más cercano, con cada paso se acercaba más donde el estaba.
Comenzó a respirar por la boca por que estaba siendo muy ruidoso. Miró a los demás y ahora solo había una persona mirando, Charlotte.
-Por favor, que alguien venga por mi.- rezó con lágrimas.
Otro estruendo sonó y el hombre que estaba a su lado se alejo.
—Elias.— gritó otro— ¡ Los subterráneos estan aquí!
— Mierda.— gritó Elias. —¡Retirada!
Se alejaron pero ruidos de lucha se escuchaban, todos comenzaron a salir pero el tenía miedo de salir. Quizá los demás no miraban pero él si.
Un ruido extraño se escucho, miro ahí y pudo ver a Alec salir del mismo espejo de siempre. Se levantó y corrió hacia el.
—¡Alexander!—lloró, no le importo que la maestra lo estuviera llamando para salir.—Oh por Dios, tenía miedo.
—Perdón, Magnus. Vamonos de aquí. —sonrió Alec, aun lo tenía abrazado.
— Pero Alec.—dijo asustado. —Afuera están los hombres .No me quiero ir por ahí, tengo miedo, miedo que algo nos pase...
—¡ Llevátelo!—gritó la maestra.
—¿Confías en mi?— le susurró Alec viendo hacia la maestra y luego a él.
—Por favor, con toda mi vida.
Alec lo abrazó y se hizo para atrás, Magnus sintió mareo y que sus pies no tocaron suelo. Se tiró para atrás y se sostuvo de...¡de un mueble!.
Miró alrededor, estaban es su habitación. - ¿Como....como hiciste esto?..
-—Ahh—se hizo el misterioso. Magnus se sentía tan feliz de tenerlo de vuelta que solo pudo volver a aferrarse a un abrazo.
Alec comenzó a reírse y se tiro a la cama con Magnus casi sobre él. - Eres un exagerado.
—¡Exagerado!— reprochó. —¡ Fue un mes, estaba aburrido sin ti!
—¿Y solo me necesitas para no estar aburrido?— le preguntó Alec con un puchero.
—Claro que no, es por que te quiero muchísimo.— se río. Lo miró un momento y luego beso la mejilla de Alec, se quedaron medio abrazados hasta que una puerta solo.—Catarina.
Se levantaron y bajaron casi corriendo.
—¡ Ay! , Magnus.—estaba casi llorando de felicidad. Se arrodillo y lo abrazó. — ¿ Estas bien mi pequeño?, ¿ no paso nada?.
—No Cat, Alec me trajo.—sonrió apenas. Toco las mejillas de Catarina — No te preocupes.
—¿Que no me preocupe?— gritó histérica.—Me llamaron del colegio por que habías desaparecido....¿ como quieres que este tranquila?
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Amigo Imaginario.
De Todo¿ Será normal enamorarte de un amigo imaginario? Una historia donde veremos a un niño triste, muy abandonado por parte de su padre, pero como dicen, en la oscuridad siempre hay claridad y Alexander Ligthwood sera la luz y salvación de Magnus Bane. ...