Maryse Lighwood estaba en la oficina de la jefa del instituto, Ingrid, estaba ordeada de otros cazadores y entre ellos agentes de Idris.
— Suponemos que ya sabe que hace aquí. — dijo ella.— Sus acciones fueron graves y tiene que responder ante la ley.
— No sabe de que me están hablando.— se negó a decir algo más.
— A ver, Lighwood. — dijo un cazador.— Usted buscó información que solo la clave podía tener y para empeorar el asusto a regado la información con sus compañeros de Instituto, además de que esta interfiriendo en asunto que no le conciernen y ha volado las reglas de confidencialidad, ¿ No sabe de qué hablamos?.
— Todos sabemos que los brujos son un peligro para todos nosotros, acabaran con toda nuestra paz y...
— Silencio. — calló Ingrid.— No hablamos del brujo, estamos hablando de que usted literalmente está cometiendo traición al invadir información no apta.
— Yo les dije que no dejaría ir a mi hijo con un mundano que resultó ser un brujo. — Se quejo.
— Señora Lighwood, en nombre de la clave y de Raziel la sentencio a un castigo en el mundo mundano.— dijo otro hombre.— Bajo los cargos de inferir en la ley y además tratar de tomar el asunto de manera personal.
— ¿ Que?— dijo asustada—¡ No pueden hacer eso!
— Y usted no podía mandar Cazadores a asesinar al brujo en su escuela cuando era niño.— contra dijo Ingrid.— Denle un arma con rastreo. Sra Lighwood, no puede asesinar a más que demonios, de ahora en adelante un mundano será su propriedad y no puede dejar que muera o usted será enviada al gard.
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Alec y Catarina estaban vigilando a los otros mentiras que Magnus iba tras Diana.
— ¿ Que vamos hacer ahora?— preguntó Magnus, ella se giro a verlo y solo se encogió de hombros.
— Supongo que... tenemos que dejarlos ir y nosotros debemos huir. La clave nos buscará, y créeme cuando te digo que son crueles cuando quieren.
— Diana, ¿ Porqué tienes un grupo?.... todo esto, son muchos que estaban contigo y contra ti.
— Magnuss yo no soy la única que estoy encontra de la clave, los subterráneos, muchos de ellos, no les parece correcto que los aparten, y mucho menos que exilien a los suyos.— explicó
— Yo me encontré a Elias desde que te llamaron de mi lado, juntos creamos un grupo de personas que estaban dispuestos a salvar a brujos, también tenemos cazadores.— ¿ Que?— dijo sorprendido. — Imposible.
— Si, pero no son muchos, son como tres.
— ¿ No decías que no te caían bien?— reprochó.
— Es que no tratan conmigo, tratan con algunos Seelies, las hadas.
— ¿Seelies?— dijo acordándose de su amiga.— Yo tengo una amiga que se llama Seelie, que casualidad.
— No lo es.— se río Diana.— Ella es la reina de las hadas.
Magnus comenzó a reírse.— Si como no, esa niña malcriada es reina.
— Ya la veras.— comunicó Diana seria.— Aun que no se si esta de parte nuestra o de la clave.
Se devolvieron a la sala principal y Magnus los miró a todos. — ¿ Que haremos realmente hora?
Diana se posicionó donde todos podían verla.— Yo se que ustedes querían ser libres, yo también lo quiero— empezó llamando la atención de los demás. — No había necesidad de una traición, ustedes pensarán que los asesinare, pero no es así. Ustedes no son el enemigo, nosotros no lo somos, los enemigos son aquellos que quieren arrebatarnos la familia, ¿quién de aquí a visto morir a un familiar en manos de los de la clave o un cazador mismo?.— La mayoría levantaron la mano.— Pero ojo, no digo que todos sean malos, algunos si tienen alma.... a mi me quitaron a mi hijo y luego de casi dieciocho años lo tengo conmigo, ¿ cuantas madres de aquí les gustaría eso?
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Amigo Imaginario.
Overig¿ Será normal enamorarte de un amigo imaginario? Una historia donde veremos a un niño triste, muy abandonado por parte de su padre, pero como dicen, en la oscuridad siempre hay claridad y Alexander Ligthwood sera la luz y salvación de Magnus Bane. ...