6

14.4K 1.5K 167
                                    

—Adelante, preséntense —dijo Satoru, extendiendo su mano hacia la chica.

—¿Es como una presentación de escuela primaria? —pregunté en un susurro a mi hermano—. ¿O puedo decir solo mi apellido? Después de todo, no necesita saber nada más.

—Soy Nobara Kugisaki —dijo ella, con la mano en su cintura—. Pueden alegrarse de sumar otra chica al grupo.

Fruncí levemente mi ceño, pero no mencioné nada al respecto.

—Vamos —dijo Satoru, más fuerte de lo que hubiera deseado—. ¡Tienes que hacer amigas, esta es tu oportunidad!

Solté un profundo suspiro al darme cuenta de que, ahora, todos tenían la atención sobre nosotros.

—Inori Gojo —dije, entre dientes.

Satoru me dio un golpe en el brazo con el suyo, para que continuara hablando. Pensando en las miles de formas en que podía matarlo, dije:

—Lindo uniforme.

No había sido un comentario sincero e incluso la mirada de Kugisaki me lo confirmó. No contestó nada y todos volvieron a quedarse en silencio.

Itadori dio un pequeño paso al frente, como si quisiera salvar la situación y, señalando su rostro, se presentó.

—Yo soy Yuji Itadori, de Sendai.

—Megumi Fushiguro —se limitó a decir Megumi.

¿Por qué había tenido que preguntarle eso a Satoru? Una presentación como la de Megumi era la única que valía la pena.

Kugisaki soltó un profundo suspiro, desviando la mirada.

—No soy muy afortunada con mi entorno, huh.

—Nos miró y suspiró —mencionó Itadori, viéndola con sus ojos entrecerrados.

—Bueno, a quién le importa —murmuré—. ¿Qué haremos ahora, Satoru?

El mencionado soltó una pequeña risa y, enseguida, supe que la respuesta no me iba a gustar.

—Al fin están los cuatro juntos. Y ustedes dos son provincianos, ¿no? —su sonrisa se hizo más grande—. ¿No es obvio? ¡Conoceremos Tokio!

—¡Tokio! ¡Tokio! ¡Tokio! We love Tokio!

Esto no podía estar pasando, creí que era suficiente con tener cerca a Itadori y Satoru. Pero, ahora resultaba, que Kugisaki era igual.

No sabía cuánto me sería posible soportar.

Itadori y Kugisaki se abalanzaron sobre mi hermano, llenos de felicidad.

Parecía que les habían dado un viaje con todo pagado, lo más lejos posible de Satoru. O, bueno, eso me pondría así de feliz.

—¡Quiero ir a Disneyland! ¡Disneyland!

—¡Idiota, Disneyland está en Chiba! ¡Vamos al barrio chino, sensei!

—¡El barrio chino está en Yokohama, ¿sabes?!

—¡Yokohama está en Tokio, ¿sabes?!

Megumi y yo nos dirigimos una mirada y suspiramos al mismo tiempo.

—Por lo menos se llevan bien, ¿eh? —mencioné con ironía.

—Tranquilos —interrumpió Satoru—. Ahora diré a dónde iremos.

Kugisaki e Itadori dieron un paso atrás y, al mismo tiempo, se arrodillaron frente a Satoru.

—Iremos a Roppongi.

Hacia la cima [ 1 ] | Yuji Itadori |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora