14

11.8K 1.3K 135
                                    

—¿Vive una larga vida? Menuda tontería para decir antes de morir —murmuró Kugisaki—. ¿Esta es la primera vez que muere uno de sus compañeros?

—La primera vez, con un compañero de clase —respondió Megumi.

—Mmph, se ven extrañamente bien.

Hubo un momento de silencio, en el que no volteé a ver a ninguno.

—Tú también —dijo él.

Mientras ellos estaban sentados en las escaleras, yo estaba parada y recostada en la barandilla al final de ésta. No quería darles la noticia mientras los miraba al rostro.

—Bueno, yo solo lo conocí por dos semanas —dijo ella—. No soy el tipo de chica sensible que lloraría por la muerte de alguien como él.

No tuve que voltear a ver para saber que, en realidad, sí quería llorar. Incluso yo, había dejado de hablar para que mi voz no me delatara.

Había llorado suficiente cuando el cuerpo de Itadori cayó sobre mí sin vida.

—Hace calor —dijo Megumi, después de un gran rato de silencio.

—Sí, deberíamos usar el uniforme de verano.

Solté un suspiro, alejándome del barandal mientras me volteaba hacia ellos, estirando mis brazos sobre mi cabeza para limpiar discretamente mi rostro.

—Hoy...

—¿Qué pasa? —preguntó una voz a mis espaldas—. Pareces más triste de lo normal, Megumi. ¿Estás de duelo?

Megumi elevó su rostro lentamente, mientras yo me daba vuelta para ver a Maki-senpai parada a unos metros de nosotros.

—Zen'in-senpai.

—¡No me llames por mi apellido! —exclamó—. ¡Y tú, Inori! —dirigió a mi su vista—. ¿Acaso viste un fantasma? ¿Por qué ni siquiera abres la boca?

—Maki, Maki —intentó susurrar alguien a sus espaldas.

Ella se volteó hacia donde se encontraban Panda-senpai y Toge-senpai.

—Estoy hablando —dijo, con molestia.

Panda-senpai parecía estar nervioso, e incluso tartamudeó un poco mientras decía:

—¿No sabes por qué están deprimidos?

—¿De qué hablas?

—¡Ayer murió alguien! ¡Un muchacho de primer año!

Solté un pequeño suspiro. ¿En verdad creía que nosotros no podíamos escucharlo? ¿Por qué no solo salía de su escondite?

—Okaka —susurró Toge-senpai.

Maki-senpai los volteó a ver, con expresión tensa.

—¡Haberlo dicho antes! —los señaló con su dedo índice—. ¡Ahora parezco un demonio sin corazón!

—Es lo que pareces, sí.

—Tuna mayo.

—¿Quiénes son esos? —preguntó Kugisaki, señalando a los senpais.

—Nuestros senpais de segundo —respondió Megumi, con una expresión completamente diferente a la de Kugisaki.

Ella parecía estar sorprendida al ver a personas comportándose de esa manera, aunque ella se parecía mucho a ellos cuando... estaba con Itadori. En cambio, Megumi, parecía estar aburrido y más que acostumbrado a ese comportamiento.

No me sorprendía que se haya acostumbrado tan rápido a la forma de ser de Kugisaki e Ita...

Dios, por qué no dejaba de pensar en él.

Hacia la cima [ 1 ] | Yuji Itadori |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora